Deportes | 13 Sep La selección uruguaya de fútbol dejó por el camino nada menos que cinco de los seis últimos puntos que disputó en el marco de las eliminatorias, y entró en caída libre en la tabla de posiciones bajando al cuarto puesto.
Más allá de la tabla, que en definitiva sigue entreverada y con muy corta distancia entre unos y otros, lo más preocupante del equipo de Oscar Tabárez es el bajo rendimiento que ha mostrado a lo largo de lo que va del año, y que alcanzó su máxima expresión en estos dos últimos compromisos, ante Colombia y Ecuador.
El equipo no ha tenido el desempeño, sin ir más lejos, del pasado año, pese a que los nombres han sido prácticamente los mismos dado que el entrenador ha apostado a un grupo prácticamente cerrado. Tras el choque ante los ecuatorianos, Tabárez dejó en claro varias cosas, aunque sin decir mucho, como suele suceder. Primero, confesó que la selección pasa por un mal momento; segundo, afirmó que son varias las causas que llevan a este bajo rendimiento de la selección en lo que va del año; tercero, que conoce algunos de los motivos, pero que guardará el secreto profesional; y cuarto, que de cara a lo que se viene buscará entre algunos jugadores del plantel las soluciones, dejando leer entrelíneas que apostará a variantes ante algunos bajos rendimientos. Ahora, vale hacer algunas puntualizaciones. Está claro que hay figuras que no atraviesan por un buen momento futbolístico pero, por lo mostrado por el entrenador celeste, y a diferencia de lo que reza cada técnico de un seleccionado, Tabárez parece no basarse en los momentos, sino casi pura y exclusivamente en la memoria colectiva. Por eso, y según sus palabras, parece difícil que Tabárez apueste a alguna figura por fuera del plantel que es recitado prácticamente de memoria. Aunque, más allá de esto, hoy muchos se preguntan por qué el entrenador no da minutos a aquellos futbolistas que son citados, pero no tenidos en cuenta, pensando no solo en el actual momento de la selección sino, por sobre todo, de cara al futuro.
El pasado año, antes de la Copa América que festejó Uruguay, EL TELEGRAFO preguntó a Tabárez por el recambio generacional lógico que debería darse a lo largo de las eliminatorias y ante una eventual clasificación al Mundial 2014, y al técnico no le gustó demasiado la interrogante. Quizás, la apuesta era hacer una primera rueda espectacular, sacar una interesante diferencia, y comenzar a darle cancha a estos jugadores que esperan en el banco a lo largo de la segunda rueda. Pero ahora, con esta situación dudosa que atraviesa la selección, habrá que ver si el técnico apuesta a algunos jóvenes o, por el contrario, se inclina por la experiencia para sortear obstáculos complicados como se tendrá de aquí en más.
Otra de las interrogantes aparece por el lado de la propuesta celeste, a la que los rivales parecen haberle tomado los puntos, minimizando la tarea del equipo. Hace pocas horas Sergio Markarian, técnico de Perú, dijo que un equipo juega bien cuando defiende en buena manera y ataca de la misma forma, más allá de que su propuesta sea bonita para el espectador. Según esa definición, está claro que en este 2012 Uruguay definitivamente no ha jugado bien.
¿Está todo perdido? La respuesta es no. Las eliminatorias iban a ser tan complicadas como siempre para Uruguay, más allá del cuarto puesto en el Mundial 2010 o del título de la Copa América. ¿Está complicado? Sin dudas. No solo por el rendimiento de la selección, sino porque a Uruguay solo le quedan unos pocos partidos de local, y deberá hacerse fuerte afuera, comenzando en octubre, cuando deba enfrentar de visita a Argentina en Mendoza y a Bolivia en La Paz.
Tabárez y los suyos seguramente meditarán respecto a varios puntos. El técnico tiene la responsabilidad de dejar de lado algunos empecinamientos y, como sucedió en su momento, utilizar lo que tiene a mano para dar una vuelta de timón que impida que la Celeste se siga complicando por méritos propios.