Deportes | 18 Sep El Torneo Regional zona Litoral de fútbol sala ya es historia, teniendo como común denominador su eterna desorganización, con cambio de planes sobre la marcha, fechas suspendidas y variantes sorpresivas de horarios y hasta de escenario.El primer cortocircuito se dio el mismo día del sorteo del fixture que, según los dirigentes sanduceros, los integrantes de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) lo anunciaron sin aviso previo: Paysandú debía jugar ante Salto y Young, para luego clasificar a una nueva instancia pero, al llegar a Montevideo, se enteraron que debían jugar 10 fechas y no cuatro como lo tenían planeado.Esta versión fue desmentida por el propio presidente de la Mesa Ejecutiva de la AUF, Carlos Rubio quien, en diálogo con EL TELEGRAFO, aclaró que se habían comunicado previamente con los dirigentes de los departamentos participantes para comunicarles el cambio que, aparentemente habían aceptado.Pero los problemas de desorganización se comenzaron a ver ya en la 4ª fecha de la primera ronda cuando el partido ante Los Abstemios en el Estadio Cerrado sanducero estaba fijado para la hora 19.30, la visita llegó a nuestra ciudad 10 minutos antes, los árbitros a las 20 y, con público en las tribunas, el partido terminó jugándose una hora después de lo pactado.
En la mitad del torneo la participación de la selección de Paysandú corrió peligro de continuar en el Regional, debido a los problemas económicos. Jugadores, cuerpo técnico y algún dirigente tuvo que salir a golpear puerta por puerta, sin demasiados éxitos. El plantel logró seguir participando gracias al dinero de una rifa de la propia Liga de fútbol de salón, que a través de sus clubes donaron a la selección. La otra gran ayuda se dio gracias a que la peña “Paysandú es manya”, cedió a la selección el trabajo de la cantina del encuentro entre Peñarol y Paysandú, disputado el viernes 3 de agosto en nuestra ciudad, en donde los propios futbolistas trabajaron.A puro esfuerzo lograron continuar jugando y representando al departamento pero la desorganización del Regional no cesó. Esta vez se suspendió el partido ante Los Abstemios como visitantes pero, como siempre, sucedió sobre la marcha: el día anterior al partido, cuando estaba todo planeado para que el seleccionado viajara, se avisó que no había escenario disponible.
Se venía el clásico ante Salto como local en el Estadio Cerrado, pero una hora y media antes del partido se cambió de escenario –pese a las gestiones del presidente Ariel Chéchile--, dado que en el coloso había actividad de patín, sin que el público se enterara.En la última fecha, para no ser menos, se cambió el horario del partido, pero los altos mandos de la AUF de fútbol sala se les ocurrió avisar en la madrugada del viernes, día en que se disputaría el encuentro.
Es decir, el cotejo se debía jugar el viernes 7 a las 20.30 pero terminó comenzando a las 22.30 debido a que, según confirmaron los propios doloreños, no podían llegar a la hora estipulada pese a que el partido estaba fijado desde hace varios días.
Un torneo regional muy desorganizado, con varios baches que se deben tapar en esta Súper Liga que comenzará el sábado si se pretende hacer un torneo serio, integrando a los equipos de la capital con los del Interior.