Opinion | 19 Sep El proyecto de ley que despenaliza el aborto, conocido como de Interrupción Voluntaria del Embarazo, seguramente será aprobado atento a las mayorías que ostenta el Frente Amplio en ambas cámaras. Forma parte de su programa de gobierno, el que lo llevó a la victoria electoral.
No obstante, lo que resulta por demás curioso es que varios diputados de la coalición de izquierda --que debe completar 50 votos afirmativos en la sesión extraordinaria del venidero martes 25 para aprobarlo-- afirman estar de acuerdo pero dejarán sus bancas a suplentes, para que sus nombres no queden en el acta como quienes aprobaron la ley que posibilita el aborto.
Los legisladores Carlos Gamou y Hermes Toledo han dicho que están a favor del proyecto, pero no estarán en sala cuando se vote y serán sus suplentes quienes tendrán que levantar la mano. Daniela Paysee votará en general y abandonará la banca para la consideración del articulado. Y otros diputados, como Darío Pérez, no han decidido qué hacer. Todos son representantes del Frente Amplio, lo mismo que Andrés Lima y Armando Aguerre, que afirman votarán en contra.
Al parecer los representantes del Frente Amplio se han tomado a pecho una de las máximas del presidente José Mujica: “como te digo una cosa, te digo la otra”, porque mientras sostienen que la ley es en defensa de la vida, algo les dice que no es tan conveniente votar por la interrupción del embarazo.
Políticamente, al aprobar la ley, el Frente Amplio abre otro flanco para la oposición. Uruguay es un país de amplio respeto a la vida y muy probablemente un plebiscito determinaría por amplia mayoría la derogación de una ley que no solo levanta polémica sino que remueve conciencias independientemente de ideologías políticas.
Por “disciplina partidaria” varios legisladores de izquierda dicen “acompañar” el proyecto de ley, pero a su vez deciden dejar su banca a los suplentes para que hagan el “trabajo non santo”.
Argumentos a favor indudablemente los hay. Siempre. Aun en los peores momentos de la Humanidad se esgrimieron argumentos justificativos. Pero eso no implica que sean de mayor peso que los en contra. Una clara demostración de eso es el estilo “como te digo una cosa, te digo la otra” de algunos legisladores del oficialismo, que por un lado aprueban y por otro lado hacen mutis por el foro para no quedar directamente involucrados.