Miguel Errea, del CCIS

Locales | 16 Sep El proceso de la semi peatonal de Salto comenzó con un llamado de la Intendencia a los comerciantes de calle Uruguay nucleados en el Centro Comercial hace diez años.
“Algunos estaban a favor, otros por la negativa y al final se entendió que podía ser conveniente. Tiene sus pro y sus contras, nada es perfecto”, analizó para el EL TELEGRAFO Miguel Ángel Errea, quien durante ocho períodos presidió el Centro Comercial y ahora es consejero ejecutivo de la directiva.
Errea detalló que con la semi peatonal “Salto tomó imagen de ciudad más grande, más populosa, se sacaron los ómnibus porque el tránsito era uno de los principales problemas”. Sobre si fue beneficioso para el comercio, opinó: “Creo que para la población fue positivo y para el comercio, al haberse sacado los ómnibus, concurrieron menos clientes pero después la gente se acostumbró y volvió a esos comercios. Ahora ya ni se habla de eso”.
La semi peatonal salteña tiene otras características que la que se construye en Paysandú, como que en la mayoría de la cuadra mantuvo el desnivel entre calle y vereda, aunque tiene “islas” que toman parte de la calle pero se puede estacionar entre ellas, pero “redujo bastante las posibilidades”, dijo Errea, quien además consideró que “el parque automotor creció mucho y hay muchas motos que han ocupado la mayoría de los espacios”. De todas maneras, la Intendencia cobra --como en Paysandú-- por el estacionamiento en el centro –en Salto también se llama Zona Azul-- lo que agiliza algo el movimiento vehicular.
Hay que caminar
Como en casi todos lados, “el público está acostumbrado a estacionar cerca del comercio al cual va, pero a medida que las ciudades van creciendo hay que caminar o andar más distancias, es cuestión de costumbres”.
Para la carga y descarga en los comercios de calle Uruguay, “por ahora no hay problemas con vehículos chicos y antes de las 9 de la mañana, tienen que adaptarse el comerciante y quien hace el reparto. El problema es encontrar lugar para estacionar”, lo que se ve más complicado por “la centralización del comercio, entre plaza Artigas y Plaza de los 33 está la mayoría y también los bancos”.
Tienen un problema similar a Paysandú, con empresas que mueven mucha mercadería de volumen, como aquí Nicolini o también en Salto Motociclo o Tata, y “ahora se está viendo que tengan un horario especial”. Una de las posibilidades para solucionar el estacionamiento sería “utilizar las partes internas de las manzanas del centro, donde hay muchas casas con fondo grande. Otra salida no se ve aún”.