Rurales | 21 Sep Vientos superiores a 100 kilómetros por hora ocasionaron severos daños en el sector granjero del sur del país, pero al no ser de la misma intensidad en esta zona, no se reportaron daños de magnitud en establecimientos agropecuarios, a excepción de las horas que varias zonas debieron pasar sin energía eléctrica.
Algunos caminos cortados pero por escaso lapso, pero sí varias horas sin energía eléctrica en diversas zonas del departamento, fueron las principales complicaciones en Paysandú.
En cambio, destrozos en el sector granjero, en los cultivos y en las infraestructuras productivas, daños que se estiman como muy importantes, fueron los constatados en el sur del país.
Gremiales de productores han convocado a reuniones extraordinarias de directivos, activaron mecanismos para que los granjeros denuncien los daños y no descartan solicitar asistencias al gobierno. Zulma Gabard, directora nacional de la Granja, dijo a El Observador que a nivel de infraestructura fueron afectados nylons y otros cerramientos y postes de invernáculos, alambrados y estructuras como pequeños galpones, y también en vehículos.
En lo productivo, Gabard indicó tener datos de pérdida de floración principalmente en durazneros, pero también en ciruelos y algo menos en manzanos y perales, lo cual incidirá en el volumen y la calidad de la fruta a producir.
Para tener datos ciertos hay que esperar, dijo Gabard, pues por más que el productor toma medidas para minimizar el daño igualmente espera a que el temporal pase para recorrer el monte y hacer la evaluación.
Otra adversidad es que en el marco del temporal varios productores no han podido cosechar ni trasladar la producción al Mercado Modelo.
Erik Rolando, presidente de la Confederación Granjera del Uruguay y productor en Juanicó, indicó que otro aspecto crítico que surge tras cada temporal es que las plantaciones quedan muy afectadas y pueden surgir dificultades sanitarias.
A todo esto se le añade que en el sector es bajo el porcentaje de área productiva que cuenta con seguros ante adversidades del estado del tiempo. En las producciones protegidas puede llegar al 70%, no obstante en los cultivos a campo ese porcentaje como mucho llega al 20% para las hortalizas de hoja y es casi inexistente para los frutales.
“Estamos en el medio del temporal, hay que esperar que pase y salir al monte y ver las quintas, pero ya se ve mucho daño por quebraduras que causó el viento y por el arrastre del agua, por ejemplo en cebolla”, añadió.
Otros productores dijeron que el viento, en varias zonas, tiró árboles frutales y también ornamentales que causaron daños a vehículos, tractores y galpones.
“El viento arrancó mucho brote, principalmente en donde hay duraznos, peras y en los viñedos, no tanto en la manzana”, explicó Antonio González, directivo de la Asociación de Productores Agrícolas de Canelones y productor en la zona de Empalme Olmos.
Esta gremial convocó a una reunión de directivos urgente para este viernes para evaluar la situación y, se presume, coordinar con otras gremiales cómo se maneja esta adversidad y el eventual pedido de asistencias al gobierno.
Añadió que “hay un daño importante que se da con estos temporales, que es el machucamiento de las frutas y verduras cuando se golpean entre sí”. Además, las plantas que se cayeron originan la pérdida de la cosecha de esta zafra y de las del resto de vita útil de esa unidad productiva.
Si bien habrá que esperar, “porque el daño se puede evaluar dos o tres días después de terminado el fenómeno, sin duda que el destrozo es brutal”, afirmó.