Opinion | 26 Sep Desde grupos de estudiantes se pide que los liceales vuelvan a tener uniforme, el que fue discontinuado hace ya unos cuantos años. En una reunión que mantuvieron con el presidente José Mujica le presentaron la propuesta de volver obligatorio el uso de uniforme. Además plantearon participar en la elaboración de los programas de estudio con la intención de hacerlos más motivadores, enseñar idioma portugués y establecer un sistema de evaluación de los propios docentes.
El Consejo Nacional de Estudiantes elevó esas ideas a Mujica, quien se mostró interesado en reestablecer el uniforme obligatorio, pero siempre y cuando sea elegido por los propios estudiantes. Obviamente, hay varios argumentos a favor del uniforme obligatorio y, por el contrario, muy poco para oponerse a la iniciativa que, como queda dicho, proviene de los propios estudiantes.
Un uniforme brinda equidad en el acceso a los centros de estudio. Pero especialmente brinda seguridad adicional a los estudiantes en la medida que ya no podrán ingresar jóvenes ajenos a los centros de estudio, porque deberán concurrir identificados con un uniforme.
El planteo no es nuevo y la misma entidad estudiantil lo presentó en 2009. De hecho, en Montevideo especialmente, hay liceos que ya han adoptado el uniforme.
No obstante, lo que falta es una decisión clara y concreta del Codicen para que en todo el país, todos los estudiantes liceales puedan acceder a las mismas ventajas, al usar un uniforme y no tener que contar con un guardarropas personal extendido, solamente para poder concurrir a estudiar.
La iniciativa tiene también quienes la resisten. Es el caso de Juan Pedro Tinetto, director de Secundaria. Pero el camino tomado, y el que tiene el apoyo de Mujica, es el más claro y el que merece apoyo.
No se trata de imponer el uso de uniformes, sino que los propios estudiantes sienten la necesidad de identificarse, de buscar mayor seguridad y de sentirse “parte de”. No resulta mala idea además, quizás como consultores aunque sin poder de decisión, que se escuche también a los estudiantes en otros aspectos planteados. Especialmente aquel que refiere a la renovación de los planes de estudio para hacerlos más interesantes, para involucrar realmente a los educandos.
Así como se les da la razón si quieren ponerse un uniforme, también será bueno conocer sus ideas para mejorar su propia educación.