Opinion | 02 Oct El intendente Bertil Bentos viajo hace pocos días a Ijui, Río Grande del Sur, para interiorizarse de un emprendimiento que podría generar millones de dólares para Paysandú durante 30 años y que se financiaría en 10 años, solamente con el uso de los ingresos del mismo emprendimiento.
Se trata de generar energía eléctrica a partir de micro turbinas hidráulicas, que podrían instalarse en el arroyo San Francisco, en el Guaviyú o en el río Queguay. Por su parte, UTE se compromete a adquirir energía por los próximos 50 años. Un período en mucho superior al de un gobierno departamental. Pero también muy superior al período de gestión del Directorio de UTE. Es decir, ese es un dato secundario en la crítica negativa y muy poderoso en el respaldo a una gestión (de UTE y de la Intendencia) que por fin puede mirar en lontananza, estableciendo una vida mejor para una generación futura.
Hay ya un buen ejemplo de una gestión emprendedora en Cerro Largo, que decididamente se ha lanzado a la generación de electricidad a través de fuentes tradicionales como la hidráulica y alternativas como la eólica.
Paysandú está capacitado para generar ambas. La eólica prácticamente en todo el departamento a 90 metros de altura. UTE ofrece la posibilidad de asegurar la compra de esa energía y al mismo tiempo hay fuentes de crédito confiables. La empresa brasileña visitada por Bentos gestiona esos créditos y se asocia por veinte años al emprendimiento. Luego, queda la Intendencia como única gestora y propietaria. Cerro Largo invertirá 32 millones de dólares, que deberá pagar en unos 10 años, dependiendo de la generación hidroeléctrica. Y luego, tendrá 30 años de ingresos genuinos. Es un camino que las Intendencias deben recorrer, como lo hace el propio Estado Central con sus empresas públicas, más allá que en ellas también agrega una dura carga impositiva.
Hay muchas cosas que considerar, es cierto. Es necesario un ante proyecto, establecer viabilidad con certeza, determinar políticas con la Dinama y acordar con la Junta Departamental entre muchas otras cosas. Pero una Intendencia ya lo hizo y la de Paysandú dio el primer paso. Falta mucho. Pero hay que dejar de hablar del futuro y comenzar a organizarlo. Hay que sacar el futuro de los discursos. Ahora mismo.