HUBO PUJA POR TELARES

Locales | 04 Oct El Banco de la República volvió a comprar en remate público los bienes que estaban prendados a su nombre y que representan casi la totalidad de los equipos que tenía la planta de Paylana en sus mejores momentos. Por un total de 2.750.000 dólares, el escribano Alvaro Fernández en nombre de la institución bancaria subastó los tres lotes que componían la oferta.
A las 16, el rematador Enrique Stajano dispuso la apertura de las ofertas, aunque previamente ofreció bombones a la mayoría de los presentes, señalando que era “un gesto de hospitalidad, algo que está olvidado”.
La cantidad de público y periodistas --EL TELEGRAFO fue el único medio sanducero presente-- fue superior a la que se registró en la anterior ocasión, por lo que la bandeja de bombones quedó vacía antes de llegar al final de la sala.
“A LAS TRES”
El martillero comenzó con el primer lote, los 16 telares más nuevos. Si bien el remate era sin base y al mejor postor, pidió como oferta “razonable” la cantidad de 150.000 dólares. Insistió dos veces y un particular tomó la oferta y comenzó la puja. El representante del BROU ofreció 160.000, y así fue subiendo hasta que se llegó a los 250.000 dólares, cuando el otro oferente se retiró y el rematador contó hasta tres, bajó el martillo y se lo adjudicó al BROU.
El segundo lote estaba compuesto por más de 220 máquinas, algunas de las cuales fueron destacadas por Stajano. Pidió una oferta de U$S 500.000, la que luego de unos minutos fue tomada por el BROU, y el otro oferente no se interesó.
LA PLANTA
Habían pasado 25 minutos, cuando salió a la venta el tercer y último lote, la planta física de la ex Paylana con sus cuatro hectáreas de superficie, dos de ellas edificadas. El monto sugerido por Stajano --dos millones de dólares- fue tomado por el BROU y tampoco hubo otros interesados, por lo que a las 16.35 terminó la subasta de la misma manera que la anterior, con los bienes rematados a nombre del BROU, principal acreedor y poseedor de las prendas correspondientes.
El remate culminó con un cerrado aplauso, y se multiplicaron los abrazos y saludos, en los que participaron el intendente Bertil Bentos, los diputados Gustavo Rombys, Miguel Otegui y Walter Verri con los integrantes de Cotrapay y sus asesores, entre los que estaba la sanducera Silvia Belvisi y el abogado Enrique Malel.