Locales | 08 Oct Los vecinos que residen en la zona delimitada por las calles Setembrino Pereda entre Juan Carlos Henderson y Horacio Meriggi denuncian el continuo anegamiento de sus hogares, luego de las intensas precipitaciones, a raíz de la inexistencia de desagües que no fueron construidos al momento del fraccionamiento de los terrenos. Seis familias damnificadas han presentado expedientes en la Intendencia hace varios años, algunas de las cuales sostienen mayores perjuicios en las construcciones, tales como habitaciones y paredes que se encuentran con humedades permanentes. Los residentes del lugar indicaron que la falta de desagües “no es responsabilidad de la gente, sino de un fraccionamiento que no debió efectuarse hasta concretar la salida del agua, porque son cien metros donde no corre y sigue estancada”.
A esto se suman las lluvias extendidas por varios días, ocurridas en el último mes, que ha conspirado contra la calidad de vida de unas 20 personas. Uno de los vecinos edificó sobre el nivel y elevó su casa. “Sin embargo también tiene estancamiento, habría que bajar el nivel y sacar un caño pluvial hacia Henderson, pero es lo que no se hace”, indicaron. En el año 2004, el informe elevado a la Intendencia solicitó una inspección urgente, donde los propietarios de cuatro padrones constataron que sus viviendas estaban afectadas luego de las precipitaciones y ante el pasaje de agua que venía de otro padrón. En ese informe consta que los terrenos se encontraban- 1,35 metros por debajo de la calle interna, presumiendo que se almacenó contra la medianera, actuando como dique, pasando a las viviendas linderas.
En algunos casos, los propietarios tenían unos 20 centímetros de agua en las habitaciones, al punto que presentaron un proyecto de fraccionamiento a la Dirección de Planeamiento Urbano, indicando que “los padrones deberán desaguar independientemente”.
Los habitantes de la zona explican que “en aquel momento, la Intendencia estaba de acuerdo con el cumplimiento del decreto 4489/03, en su artículo 21”, a la vez de afirmar que “los terrenos ubicados al fondo no debieron venderse sin las obras correspondientes, porque quienes compraron fueron engañados”. Ante el anegamiento continuo, los habitantes de la zona comenzaron a proteger sus casas, manteniendo limpios los terrenos linderos y cerrando la zona con tejidos. Posteriormente en el año 2008, arribaron a un acto de conciliación con los propietarios respectivos, quienes se comprometieron a rellenar en Proyectada 35 entre Meriggi y Henderson, “y no lo hicieron, junto con el compromiso nuestro de retirar los tejidos, que sí lo hicimos pero seguimos teniendo problemas”, concluyeron.