Paysandú, Domingo 14 de Octubre de 2012
Locales | 14 Oct La polémica se desató cuando la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (Ursec) advirtió que la telefónica estatal Antel tiene el monopolio de la fibra óptica para las comunicaciones y que el resto de las empresas solo están autorizadas a brindar servicios inalámbricos o cable tradicional, según sea el caso. Las críticas no demoraron en llegar de parte del mundo empresarial, tanto por parte de las compañías privadas que operan la telefonía móvil, Claro y Movistar, como de la Cámara Uruguaya de Telecomunicaciones (CTU). Claro, propiedad del multimillonario mexicano Carlos Slim, reivindica el uso de esta tecnología pese al pronunciamiento de la Ursec. “Los servicios que nosotros prestamos los hacemos al amparo de una licencia que nos habilita”, dijo recientemente a la prensa Santiago Pardo, director de los departamentos de Legales y Relaciones Institucionales de Claro a nivel global, antes que su empresa fuera obligada a cortar sus prestaciones de fibra óptica a varias empresas del país.
Un argumento fundamental de Claro es el de “neutralidad tecnológica”. Esto quiere decir que un concesionario puede usar la tecnología que mejor favorezca la prestación de los servicios.
También Movistar reivindicó ese derecho. “Movistar tiene licencia para prestar servicios de datos; además existe un reglamento de licencias que establece la independencia tecnológica para prestar servicios de telecomunicaciones”, aseguró por su lado un vocero de la compañía.
LA POSICIÓN DE URSEC
Un documento de la Ursec publicado por el diario capitalino El Observador, reveló que “en el reglamento de licencias se hace mención a la neutralidad tecnológica entendida como las diferentes opciones tecnológicas que son posibles de emplear sin violentar la autorización expedida. Por ejemplo teniendo autorización para transmisión inalámbrica, el prestador de telefonía está libre de seleccionar entre los diversos estándares tecnológicos”. Sobre este concepto, la Unidad Reguladora ejemplificó que las empresas privadas podrán usar los sistemas GSM, 3G o 4G. Todos ellos mediante la vía inalámbrica, aclara. Por eso, para el organismo regulador, el hecho de que se llegue a los clientes a través de fibra óptica es “contrario a la autorización que dictó el Poder Ejecutivo” para Movistar y Claro.
FAVORECER A USUARIOS
El presidente de la Cámara de Telecomunicaciones del Uruguay, ingeniero José Pedro Derrégibus, recordó ante una comisión parlamentaria que la ley Nº 18.159 “tiene por objeto fomentar el bienestar de los actuales y futuros consumidores y usuarios, a través de la promoción y defensa de la competencia, el estímulo a la eficiencia económica y la libertad e igualdad de condiciones de acceso de empresas y productos a los mercados”.
En su opinión, y en defensa de los usuarios, se debe incentivar la existencia de competitividad entre compañías proveedoras de un mismo servicio, lo cual es diametralmente opuesto al planteo del gobierno de impulsar el monopolio de Antel, en los servicios de fibra óptica.
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