Deportes | 12 Oct Está brava. Los números lo dicen (ver nota adjunta), y lo confirma la realidad. Si hay un choque de alto riesgo para Uruguay en las eliminatorias, es el clásico ante Argentina. Sea acá, o sea allá.
Esta noche, desde las 22, el clásico más añejo del fútbol mundial será en Mendoza. No hay altura, no hay una temperatura que juegue un papel preponderante, pero enfrente está Argentina, con todo lo que significa.
Es cierto que estarán frente a frente los dos equipos que han marcado más goles (15) en lo que va del camino premundialista, y que los dos tienen a los delanteros más efectivos: Suárez en Uruguay e Higuaín en Argentina, ambos con 6 dianas.
Pero mientras Argentina ha ido creciendo, ha encontrado un padrón de juego y parece estar afianzado, Uruguay encendió la señal de alarma en las últimas dos presentaciones, logrando tan solo un punto, en el Centenario ante Ecuador, luego de perder por goleada en Colombia.
Argentina goza hoy de la misma seguridad interna, que era visible desde afuera; y Uruguay asegura tener lo primero, pero no refleja lo segundo tras el bajón futbolístico.
Pero, claro está, son todas lecturas dentro del intentar reflejar cuál es la realidad de uno y otro antes del partido. Y, demás está decir, a la hora de salir a la cancha todo queda atrás y son 90 minutos de fútbol.
Los Celestes llegan, para colmo, diezmados. Es cierto que de los titulares están descartados Alvaro Pereira por suspensión, y Diego Pérez y Gastón Ramírez por lesión, pero pensando en que el martes habrá que subir a la altura de La Paz, el plantel sufrió las bajas de Castillo y Hernández. Y a ello se suma que hay varios amonestados (Arévalo Ríos, Godín, Cáceres, Rodríguez, Gargano, Lugano y Suárez), por lo que de recibir otra amarilla quedarán afuera del choque ante los bolivianos.
Pero principio quieren las cosas, y primero está Argentina. El equipo celeste está definido, sabe lo que se va a jugar y, lo que es importante, está decidido a buscar la victoria con su receta.
La idea será no tener fisuras en el fondo, pelear en la mitad de la cancha, tratar de mover bien la pelota cuando se la recupere e intentar ser efectivos. Porque, salvo alguna situación anormal, Argentina va a proponer el juego en campo celeste.
Oscar Tabárez sacó sus conclusiones y paró el equipo: Muslera; Maxi Pereira, Lugano, Godín y Cáceres; González, Arévalo Ríos, Gargano, Cavani; Forlán y Suárez, que quedará como puntero neto dado que Forlán se tirará unos metros atrás. El desafío de Uruguay está claro: deberá encontrar alguna sorpresa en cuanto al funcionamiento que, al parecer, los rivales se han acostumbrados. Y será clave que, para ayudar a ese funcionamiento colectivo, las individualidades puedan volver “a la normalidad”. Así, Uruguay estará en condiciones de dar pelea en búsqueda de al menos un empate.
Del otro lado estará un equipo que parece afianzado futbolísticamente, que cuenta con figuras que llegan en excelente nivel y, por sobre todo, está tranquilo. Los albicelestes parecen haber encontrado esa sensación de seguridad que les permite encarar la eliminatoria con otra cara. El técnico Alejandro Sabella tendrá a sus mejores jugadores a disposición y apostará a tirarle con todo a Uruguay. Es por eso que apostará a ese tridente ofensivo de temer, con Di María algunos metros más atrás.
¿El equipo? Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Federico Fernández, Ezequiel Garay, Marcos Rojo; Fernando Gago, Javier Mascherano, Angel Di María; Lionel Messi, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín.
¿Puede Uruguay dar pelea? Puede, pero tendrá que cambiar y mucho con respecto a los dos partidos anteriores. Y, no hay que confundirse, al antecedente de la Copa América, en la que igualaron 1 a 1 y Uruguay terminó clasificando por penales, vale la pena dejarlo de lado. Esta es otra historia. Y muy distinta.