Deportes | 14 Oct No queda otra que barajar y dar de nuevo. De intentar dejar atrás la dolorosa derrota, con goleada y baile incluido, en la visita a Argentina, y centrarse definitivamente en Bolivia, el rival del próximo martes de la selección uruguaya de fútbol.
La primera ronda de las eliminatorias se cerró para los celestes de la mejor manera aunque, pese a todo, se mantiene como cuarta. Pero el partido ante Bolivia, con el que se abrirá la segunda rueda, puede comenzar a aclarar u oscurecer el panorama de Uruguay.
Tras la durísima derrota ante los albicelestes, la selección entrenó en la mañana en Mendoza, y luego del almuerzo, en la tarde, voló rumbo a Santa Cruz de la Sierra, donde esperará la llegada del martes para recién ese día, el mismo en el que se jugará el partido, subir a la altura de La Paz, con todo lo que eso significa.
El plantel, sin los suspendidos Martín Cáceres y Diego Godín, que retornaron a Montevideo, y con el capitán Diego Lugano acompañando al grupo pese a estar suspendido y a las recomendaciones médicas de retornar para realizarse una resonancia magnética para diagnosticar con exactitud su lesión, llegó al Hotel Los Tajibos con retraso.
Hoy será tiempo de un primer entrenamiento en cancha del Blooming, donde el técnico Oscar Tabárez comenzará a delinear el equipo que será titular. Y, está a la vista que habrá cambios obligados.
Atrás, los candidatos a ingresar son Scotti y Victorino como zagueros (también está esperando Coates), y es cantado el retorno de Alvaro Pereira al lateral izquierdo tras haber cumplido con su fecha de suspensión. Y otro que tiene un pie en el equipo es Cristian Rodríguez.
Hoy se comenzará a armar el rompecabezas, cuyas piezas deben ensamblar de forma exacta porque Uruguay no puede darse el lujo de que el equipo se desarticule. La Celeste llega obligada, ante un rival necesitado, que hará valer el hecho de jugar en el techo del mundo. Y el margen de error se achica en cada partido.
Más allá de que este compromiso está inmerso dentro de esos que previo a las eliminatorias se puede catalogar como hasta perdible, Uruguay necesita de la victoria no solo para volver a sumar de a tres, sino para que el equipo tome un envión anímico, algo que necesita como el aire para reaccionar futbolísticamente.