Opinion | 19 Oct Las últimas lluvias provocaron nuevamente evacuaciones en el barrio Los Álamos, en la zona de Dr. Roldán y Antonio Estefanell, pero especialmente cientos de pozos negros anegados y colapsados. Incluso algunos desbordados ingresando directamente a las viviendas.
Sin lugar a dudas el saneamiento es responsabilidad de OSE, y también es cierto que en el caso de estos servicios alternativos, como cámaras sépticas y pozos negros, no dispone de barométricas para desagotarlos, como sería deseable.
Eso ha hecho que, por ejemplo en Paysandú, sea la Intendencia la que tome a su cargo ese servicio, aunque sin la cantidad suficiente de unidades ni los recursos para su mantenimiento para hacer fiable el mismo. Además, hay que tener en cuenta que este servicio se extiende a todos los centros poblados del departamento.
Durante el año es más el tiempo “normal” que los de colapso como los vividos en los últimos días, con muchísimos más pedidos de servicios que los que se podían resolver. Por tanto, con las dos barométricas con que se cuenta, aunque siempre hay demoras, se cumple con la demanda. Asimismo, hay una empresa privada que cuenta con un camión barométrica y que hace el servicio por acuerdo con la Intendencia, una suerte de franquicia.
Sin embargo, incluso hoy hay muchos vecinos que aún no han solucionado su problema de desborde de pozos negros, lo que demuestra claramente que hay espacio para otros camiones barométrica, especialmente privados, porque no parece razonable que la Intendencia siga invirtiendo en brindar un servicio que no le es propio, cuando tiene falencias en varios que sí son de su competencia.
OSE ha expresado más de una vez que se apresta a aprobar y llevar adelante la construcción de redes de saneamiento, lo que eliminaría los pozos negros en esos barrios. Pero Paysandú continúa extendiéndose hacia zonas sin servicios, por lo que igualmente la demanda no cesará. Parece lógico y deseable que la Intendencia continúe abriendo espacios a otras empresas privadas interesadas en este negocio.
En tiempos corrientes, de todas maneras, habrá trabajo y para mejorar la competitividad del privado, la Intendencia podría actuar solamente en aquellos casos de bonificación social. Dejando libre el mercado de aquellos que pagan el servicio a los privados, aumentará el interés de estos en brindar este servicio. De esta manera se podrá contar con más barométricas, que podrán responder realmente ante situaciones de emergencia como las vividas en estos días. Para llegar a eso, hay que prever en tiempos de normalidad.