Opinion | 20 Oct Recientemente se creó un grupo de trabajo en el Congreso de Intendentes, el que está analizando el problema de las roturas de pavimentos por OSE para el tendido y reparación de cañerías, por cuanto el común denominador es que el organismo no repara en tiempo y forma los destrozos y tampoco compensa adecuadamente a las intendencias por el costo de estas reparaciones.
De acuerdo a la información recogida por El País, los intendentes estiman que los daños rondan los 40 millones de dólares al año, en tanto OSE dice que cada intendencia le cobra un precio distinto por arreglo de carpetas asfálticas, balastro y bitumen.
“OSE viene, rompe las calles y se va. No importa que el asfalto se haya hecho hace poco tiempo. Después tenemos líos para conciliar los costos de las reparaciones”, dijo el intendente de Flores, Armando Castaingdebat (Partido Nacional), quien agregó que “en el Congreso de Intendentes se creó un grupo de trabajo porque el problema lo tienen todas las intendencias. No hay una real coordinación entre OSE y las gobiernos departamentales para realizar estas tareas”.
Este grupo intentará unificar los costos de las reparaciones de hormigón, carpeta asfáltica o balastro en todo el país y el próximo jueves presentará una propuesta al Congreso de Intendentes, la que será negociada luego con los ministerios.
Una de las soluciones que se maneja por el grupo comprende la creación de una cuenta corriente donde a fin de mes, en forma automática, las intendencias carguen los costos de reparación de las calles para que posteriormente el Ministerio de Economía y Finanzas descuente gastos de los consumos de agua. Las roturas de pavimentos por reparaciones de OSE es una constante también en Paysandú, como lo hemos señalado más de una vez a través de EL TELEGRAFO, por cuanto es un aspecto que no solo causa problemas a la vialidad de los gobiernos departamentales, sino también a los ciudadanos que deben transitar por calles a las que además de los pozos del pavimento se agregan los causados por las zanjas abiertas por el organismo, que no son siempre bien tapadas y mucho menos repavimentadas en tiempo y forma, a la vez que frecuentemente pasa el tiempo y se va compactando y ahondando el obstáculo.
Lo mismo ocurre a menudo con algunas empresas que trabajan para el ente y otros organismos, pero en el caso de OSE a la vez ocurre que las reparaciones de las cañerías suelen ser problemáticas, porque los caños por regla general son vetustos, han superado su vida útil y tampoco las reparaciones se hacen con los materiales ni técnicas adecuadas, por lo que suele suceder que una pérdida reaparece una y otra vez incluso después de la repavimentación.
Estos son aspectos a los que debe buscarse solución definitiva, y no solo en lo que refiere a la compensación para las intendencias, sino en la calidad de las reparaciones.