falta de Mantenimiento y repuestos

Locales | 25 Oct El 50 por ciento de la flota de camiones recolectores de residuos no funciona, y la otra mitad no estaría en condiciones de circular, según dijeron a EL TELEGRAFO fuentes vinculadas al servicio de recolección de la Intendencia de Paysandú, que señalaron que “hace años” que no se hacen trabajos de fondo en las unidades.
Problemas que van desde la falta de mantenimiento de algunos camiones hasta la imposibilidad de reparación por no contar con los repuestos necesarios, implicarían que algunos trabajadores estén preocupados por su propia seguridad y la de vehículos y peatones que puedan ser afectados si hubiera un problema mecánico.
Sin la rueda
Esta preocupación se vio confirmada cuando días atrás se rompió la masa de la rueda delantera de uno de los camiones, matriculado con el número 1068, y se desprendió completamente cuando circulaba cerca de dos motocicletas, aunque afortunadamente todo quedó en un susto y anécdota. Ya le cambiaron la masa completa (utilizando la de uno de los camiones parados) y está nuevamente en servicio.
El camión recolector 1055 circuló varios días sin parabrisas, hasta que el vidrio ayer fue repuesto a un costo de 8.000 pesos. El camión 1145 tiene problemas de estructura en la cabina y chapa, así como quebrados los pistones de la prensa que compacta la basura. El 1065 con problemas en dos de sus bombas, y ya estaría arreglado ayer.
Con el motor fundido y sin repuestos aún está la unidad número 1063, mientras que el camión matriculado 1072 está desde hace casi un año en una metalúrgica local.
Luces y frenos
El camión 1068 funciona bien de motor y tiene la estructura “en bastaste buenas condiciones”, pero con problemas en la dirección, y “al mover el volante queda como suelto, moviendo mal el tren delantero”, según una de las fuentes. El 1066, que está “bastante bien”, tiene solamente funcionando las luces largas, no funcionando las cortas, y casi todos tienen problemas con las máquinas levanta vidrios, y otros con problemas de frenos.
“No tenemos elementos para hacer mantenimiento, ni repuestos y hasta falta aceite y líquido de frenos” dijo otro, afirmando que también “el camión más nuevo que tenemos, que tiene el servicio de Sisconve (sistema de control vehicular electrónico) está parado hace un año y no tiene motor, y la distribución del combustible para la maquinaria se hace en un Ford blanco con un tanque en la caja que vino de Vialidad”.
Ese camión, según nuestro informante, “tiene roto el acelerador y para acelerar se hace a mano con la maroma que tiene un pedazo de tela”. Este camión “sale casi todas las mañanas a buscar combustible a dos estaciones, una del centro y otra de avenida España, y a veces hace tres viajes al día”.
“no pasan la inspección”
El camión 1088, que es de caja abierta y se utiliza para la recolección de ramas u objetos grandes también está sin funcionar desde hace unas dos semanas.
Tampoco funcionaría la camioneta combi que será utilizada para la distribución de las viandas de comida que se producen en la cocina de la planta de Ancap, y que por convenio con la Intendencia son conducidas por un vehículo municipal.
“De los cinco camiones que funcionan, ninguno pasaría la inspección del Sucta que se hace en avenida de las Américas”, aseguró la fuente, agregando que “el único que está bien es el ómnibus municipal, ese pasa la inspección sin inconvenientes”.
Si bien todos los vehículos están asegurados, “ese no es el problema, porque por suerte hasta ahora no hubo ningún accidente grave, pero es peligroso”.
SIN TECHO EN TALLER
No vinculado con la mecánica de los camiones pero sí con el trabajo en el taller, es el problema que presenta la falta de chapas en el techo de uno de los lugares de trabajo. Serían unas 10 chapas que “volaron en una tormenta en la administración anterior y hasta ahora no se pusieron”. El problema sería que cuando entra el agua de lluvia se inunda la fosa donde trabajan los mecánicos, con el consiguiente problema y además riesgo. “Generalmente se usa una bomba para sacar el agua, pero a veces no está y la sacan con baldes”.
Los trabajadores asignados a Talleres son seis, de los cuales dos son oficiales mecánicos -que desarman motores y atienden todo tipo de problemas- y cuatro son medio oficiales, y se encargan del mantenimiento general como cambio de aceite, reposición (prácticamente diaria) de líquido de frenos, cambio de algunas correas de motor y problemas mecánicos menores. Son a su vez quienes habitualmente salen -casi todos los días- en la camioneta que atiende las roturas en la vía pública.