Deportes | 22 Oct De a poco va encontrando el equipo que pretende. Ayer, más allá de la goleada 4 a 0 que Peñarol le propinó a uno de los que llegaba como líder del Apertura, El Tanque Sisley, el técnico carbonero, Jorge Da Silva, quedó más que conforme con el rendimiento de su equipo.
Es que esta vez Peñarol apareció en el nivel que se puede esperar. Se hizo fuerte en la mitad de la cancha y fue una tromba a la hora de mirar el arco contrario, al punto que hizo cuatro pero bien pudieron ser más ante un equipo maniatado, que se vio superado en prácticamente todo, y que solo pudo generar un par de ocasiones de gol, incluyendo un gol mal anulado a Fagúndez cuando transcurría el primer tiempo.
En el Estadio Centenario, Peñarol fue sumando en este partido válido por la 8ª fecha. Fue sumando fútbol y goles. Fabián Estoyanoff hizo tres (32’, 80’ y 85’), dos de los cuales fueron golazos, y Juan Manuel Olivera (78’) aportó su cuota de gol, desperdiciando además un penal a los 83’, estrellando la pelota en el caño izquierdo del golero fusionado.
Peñarol se sumó definitivamente a la pelea por el título. Queda camino por recorrer pero va escalando posiciones y, lo más importante, buen fútbol y funcionamiento.
Una ráfaga violeta
Defensor se quedó con el clásico ante Danubio y quedó como único líder del Apertura, al vencer por 3 a 1 en el Estadio Franzini, donde a los orientados por Tabaré Silva les alcanzó tan solo 22’ para liquidar las acciones.
Esa primera etapa fue un vendaval de goles, dado que a los 5’ Diego Rolan puso arriba a la viola en el tanteador, aunque solo dos minutos más tarde el Danubio de Juan Ramón Carrasco igualó las acciones por intermedio de Gonzalo Pérez, tras error del golero local.
Pero Defensor era más. Y lo reflejaron en el tanteador Aníbal Fernández (14’) e Ignacio Risso (22’), como para sellar el partido y evitar cualquier sorpresa que pudiera aparecer de ahí en más.
Danubio quiso responder en el segundo tiempo, pero la viola ya tenía un lindo margen como para manejar el partido, más allá de bajar el rendimiento en el complemento.
Y un día ganó
Central Español conoció lo que es sumar de a tres al lograr su primera victoria del campeonato. Fue 2 a 1 ante Fénix, de visita en el Capurro, gracias a los goles de Ronald Ramírez (54’) y Rodrigo Sanguinetti (68’). El transitorio empate fue de Mauro Guevgeozian (56’), de penal.
Progreso, en tanto, volvió al triunfo al vencer a Wanderers como local en el Saroldi, por 1 a 0. El solitario gol del partido fue convertido por Carlos Canobbio a los 34’. Cerro y Cerro Largo, en tanto, igualaron 2 a 2 en el Tróccoli, donde el local desperdició un penal por intermedio de Pablo Caballero (30’).
La visita estaba 2 a 0 arriba con rápidas anotaciones de Marcos Otegui (2’) y Marcos Neves (9’), lo que daba para imaginarse que los arachanes estaban encaminados hacia su primer triunfo. Pero a los 41’ sufrieron la expulsión de Horacio Peralta, y sobre el filo del partido llegaron los dos goles del local: Guillermo De los Santos descontó a los 90’, y ya en tiempo de recuperación, el sanducero Eduardo Mieres decretó la agónica igualdad albiceleste.