“Bajar la pelota”

Locales | 28 Oct “No queremos llegar a extremos”, dijo a EL TELEGRAFO el director de Tránsito de la Intendencia, Haroldo Canoniero, respecto a las medidas que se van a tomar en el estacionamiento de plaza Artigas.
El jerarca dijo que “la intención es bajar la pelota al piso y no llegar a cosas que no queremos lograr, y que la gente se concientice”, por lo que no está prohibido el estacionamiento en la plaza Artigas, sino que “vamos a prohibir estacionar a la gente que no mantenga el orden. Si va una familia y todos están tranquilos pueden estacionar sin problemas”. Sobre el cambio que se aplicó según el anuncio original de prohibir el estacionamiento de todos los ciudadanos --incluso a los vecinos--, dijo que “no queremos llegar a eso”.
“Pero el control se va a hacer desde la plaza Artigas hasta el Obelisco para que haya orden. No pueden prohibirle que estén, pero con orden. Si para un auto, abre las puertas y pone la música a fondo se le va a pedir --por parte de la Policía-- que baje la música o se retire del lugar. Creo que es lo más correcto”.
Tampoco alcohol
Con respecto a la ingesta de bebidas alcohólicas en la vía pública, dijo que “eso también se va a controlar, y vamos a trabajar en conjunto con Jefatura de Policía para llegar a un equilibrio porque ya está siendo demasiado. Queremos que el uso de la plaza sea público y familiar, y no es que el joven no pueda estacionar. Con todo gusto que pare, pero que sea correcto y se mantenga un orden. No somos intransigentes”.
Canoniero dijo que esa “veda” de ruido de motores o música alta es “de 11 de la noche a 5 de la mañana viernes y sábados, y los domingos hasta las 2 de la mañana”, reiterando que “a quien esté escuchando la música muy alta o con ruidos molestos se le va a pedir que se retire”.
“El control que se hizo anoche (por el viernes) fue muy bueno y la policía actuó muy bien. Hoy (por anoche) vamos a repetirlo después de las 23”.
sin notificación
Un relevamiento realizado ayer por EL TELEGRAFO en la zona de la plaza permitió confirmar que ni los vecinos que viven en las calles que rodean la plaza ni los comerciantes fueron notificados sobre las nuevas medidas.
Sin embargo, al conocerla por la publicación en este diario, los comerciantes de las casas de comidas se mostraron preocupados por cómo se manejaría la eventual prohibición, y algunos ya pensaban que se verían perjudicados pues los clientes no estacionarían a más de dos cuadras para ir a degustar un refresco o una especialidad de las pizzerías, “pancherías” o chiviterías que hay alrededor de la plaza. Algunos de los vecinos consultados pensaron además que nadie, ni siquiera ellos, iban a poder estacionar en las calles que rodean la plaza, aunque sea frente a sus domicilios. Ahora queda claro que no será así, y podrán estacionar sin inconvenientes.