Recurrió a la Justicia

Locales | 30 Oct Una guichonense de 53 años afectada por “Leucemia Linfoide Crónica” debió recurrir a la Justicia para que el Fondo Nacional de Recursos le administrara un medicamento para tratar su dolencia.
A Elizabeth Fender le diagnosticaron su enfermedad en junio de 2003, y en noviembre enviudó quedando a cargo de sus dos hijos varones (actualmente uno estudiante de medicina y el otro es un policía) “y a partir de ahí, en 2004, empecé con la quimioterapia”, dijo a EL TELEGRAFO.
La atención médica de Fender, que es usuaria de Comepa, está a cargo “en Paysandú por las doctoras Alicia Carnelli y Cristina Palermo y en Montevideo con el doctor Guillermo Dighiero y la doctora Lilian Díaz”.
Desde 2008
En 2006 “me realizaron un autotransplante, falló y continúo con el tratamiento. En 2008 los médicos me recomendaron tomar Rituximab que era el medicamento que podía tomar por último”. Sin embargo, el Fondo Nacional de Recursos le negó la posibilidad de acceder a ese medicamento, argumentando que era para otra dolencia, no la leucemia. “En 2010 la doctora lo pidió de nuevo, y ahora en 2012 lo logré gracias al recurso de amparo que presentó la abogada Florencia Cornu, de Montevideo”.
El tratamiento “va bien”, debe darse un total de ocho inyectables -cada sesión de quimioterapia dura 5 horas y debe hacerla cada 21 días en Oncología del sanatorio Modelo- y “el viernes pasado me hice el tercer inyectable y gracias a Dios da resultado”. Recordó que “ya me había hecho una gracias a la colaboración de mi pueblo, Guichón, al que le debo todo porque era imposible pagar el costo de una ampolla de Rituximab, que cuesta 61.800 pesos”.
referente
“Hoy (por ayer) me llamaron de Artigas porque hay gente que está con el mismo problema que yo de Leucemia Linfoide Crónica, y para esa patología no entraba el Rituximab, pero como ya se probó conmigo y dio resultado ahora se recurrió al Fondo de Recursos. Y esa paciente de Artigas va a tratar también con la abogada Cornu en Montevideo”.
El caso de Fender actuó como referente en el sistema médico nacional que no utilizaba esta medicación para el tratamiento específico de la leucemia, sino que lo preveía en casos de los llamados “Linfomas no Hodgkin”, que son Linfoma difuso a grandes células B; Linfoma folicular Grado III; Linfoma folicular Grado I y II y Linfoma del Manto.
En Uruguay un informe de junio de 2006 publicado Revista Noticias, órgano oficial del Sindicato Médico del Uruguay ya considera este medicamento para los casos de Leucemia Linfoide Crónica. En otros países también está habilitado para estos tratamientos. La Food and Drug Administration (FDA) lo aprobó en 1997 bajo el nombre Rituxan para el tratamiento del Linfoma No Hodgkin de células B con CD-20 positivo, la Leucemia Linfocítica Crónica junto a quimioterapia, y la Artritis Reumatoidea (AR) moderada a severa.
La European Medicines Agency (EMA) lo aprobó en 1998 para las mismas indicaciones. En abril de 2011 la FDA extiende su aprobación para el tratamiento de la Granulomatosis de Wegener y la Poliangítis Microscópica.
Según publica El Observador, el fallo del Tribunal de Apelaciones Civil de 4º Turno, señaló que en el caso están en juego “derechos fundamentales que son atributos de la persona, están garantizados por la Constitución y pueden ser exigidos por parte de las instituciones, autoridades y particulares”.
La sentencia afirmó que la paciente probó que el Rituximab es el medicamento que necesita la paciente para contener su enfermedad.
Incluso el hematólogo Guillermo Dighiero y la directoria de la Clínica Hematológica del hospital de Clínicas, Lilián Díaz, plantearon que ese medicamento “está indicado como tratamiento de primera línea en combinación con quimioterapia”.