Locales | 28 Oct Tiene entre ceja y ceja ser el próximo Presidente de la República. En su entrevista con el director de EL TELEGRAFO, Alberto Baccaro, aseguró que la próxima vez que llegue a Paysandú será como candidato único por su partido. “Y la siguiente, los espero en Anchorena”.
Fue dos veces candidato a la vicepresidencia, en 1999 con Lacalle y en 2004 con Larrañaga. Es senador, miembro del Honorable Directorio y como abogado juez de la Corte Internacional de La Haya. Cree que vivir no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace. No descarta una posible candidatura a la Intendencia de Montevideo si fallara en su intento de ser Presidente, ahora sólo piensa en “lo más alto”.
Sergio Abreu, próximo a cumplir 67 años, recorre el país organizando su aparato electoral, con miras a las internas del Partido Nacional. Junto al sobreviviente del accidente de Los Andes y fundador del Partido Azul, Roberto Canessa, al embajador Carlos Pérez del Castillo y a Carlos Delpiazzo, prepara su grupo. Está convencido que no quiere “ir contra Larrañaga”, quien lidera cómodamente la intención de voto en las internas, sino “como una alternativa”.
Para Abreu, una lucha franca con Larrañaga, “no sólo es posible, es muy probable. Porque dependen de las circunstancias, Larrañaga tiene que remontar otra vez una derrota”, dijo. Y puso énfasis en que “yo estoy dispuesto a competir con él hasta el final. No me bajo a un cargo del senado que me ofrezcan”.
Al hablar de los principales problemas del país, coincidió con la mayoría de los diagnósticos, al indicar que “la ruptura de los valores en el Uruguay ha llegado a niveles inimaginables”.
“Los delitos contra la propiedad, el tema de la educación, la seguridad, todo lo que vemos, nos hace sentir que hay una ruptura de valores que el Uruguay no debió hipotecar. Ahora el hablar mal queda bien. Un ministro puede ir de zapatillas al Consejo de Ministros, los léxicos que utilizan no son los más adecuados y las decisiones que se toman tampoco las son”, agregó el senador nacionalista. “Me parece que hay un espacio importante para pensar el país con firmeza, para recuperar un Estado de derecho y con seguridad”
También se refirió a la situación de Paysandú, la que calificó de “imperdonable”.
“Que todavía tengamos que estar esperando por el aeropuerto binacional; por una ruta 26 que es la conexión física que nos lleva hasta el Atlántico, o los dragados del río Uruguay, es imposible”.
Si llega a ser electo Presidente, Abreu es consciente que “será un desafío muy importante. A mi me parece que el Uruguay ha decaído en valores y que si no empezamos a hacer un esfuerzo muy grande, no hay buen futuro”, resaltó. “Hay que rescatar el sentido de la autoridad”.
Opinó que el nuevo gobierno, si no vuelve a ganar el Frente Amplio, se enfrentará a “cómo encontrar una alternativa a un gobierno anárquico, ecuménico y sentimental. Un gobierno que habla de todo y derrama alguna lagrima por las dudas, pero hace muy poco”. De todas formas cree que será posible la gobernabilidad con el Frente Amplio en la oposición porque “no es que tengamos que definir proyectos filosóficos, será privilegiar los puntos en que estamos de acuerdo, logrando así mayor eficiencia en lo que el país necesita”.
No está de acuerdo con que los partidos Nacional y Colorado “se unan a nivel nacional, es muy importante que se mantengan separados, pero sí creo que eso es posible en Montevideo”.
“Se puede hacer un acuerdo electoral, es un esfuerzo que hay que hacerlo porque hay que recuperar Montevideo”.
No obstante, aunque puede ser candidato a la Intendencia de Montevideo, dijo que “me tengo una enorme fe para ganar la Presidencia”. Además “ya me ofrecieron dos veces la Intendencia y dije que no; ya fui dos veces candidato a la vicepresidencia. Ahora estoy más enfocado a lo nacional”, concluyó. Ahora quiere cumplir su sueño. Ese que tiene entre ceja y ceja.