Opinion | 28 Oct Recientemente comenzó a regir en la ciudad de Paraná (Entre Ríos) un novedoso método de control del uso del casco, instrumentado por las estaciones de servicio que ahora no venden combustible a motociclistas sin casco.
De acuerdo a lo informado recientemente por medios de comunicación de la vecina orilla, 25 estaciones de servicio de dicha ciudad participan de esta medida luego de firmarse un convenio entre la Cámara de Expendedores de Combustibles de Entre Ríos, el Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio y Playas de Estacionamiento y la Municipalidad de Paraná.
De esta manera los pisteros siguen las instrucciones emanadas del eslógan “si no hay casco no hay nafta”, al tiempo que el Municipio realiza apoyo con operativos rotativos en las zonas cercanas a las estaciones de servicio con miras a la fiscalización del uso del casco. Según lo previsto, en caso de ser necesario también podría intervenir en estos operativos la Policía de la provincia.
“Creemos que por lo pronto no se justifica que haya un agente en la propia estación y confiamos en la predisposición de los conductores y los playeros para cumplir lo establecido”, dijo el subsecretario de Transporte y Tránsito de la Municipalidad de Paraná, Héctor Bergara, quien destacó la buena voluntad de los estacioneros que hasta han colocado pasacalles comunicando la vigencia del acuerdo, que deberá ser respetado las 24 horas.
La singular forma en que nuestros vecinos entrerrianos están desarrollando para contralor de casco bien podría ser instrumentada, al menos en forma piloto, en algunas de nuestras ciudades, puesto que si bien rige en todo Uruguay la Ley Nacional de Tránsito es de conocimiento de todos que algunos aspectos de la misma, como por ejemplo la obligatoriedad del uso del casco por parte de motociclistas, no se cumplen a cabalidad.
Muy por el contrario, es frecuente ver circular motociclistas sin casco aunque son harto conocidas las campañas de sensibilización e información realizadas para concientizarnos sobre la efectividad del casco en la prevención del trauma cerebral en accidentes de tránsito. En este contexto, quizás no sería descabellado aventurar que la decisión de no vender nafta a quienes no usan casco podría llegar a ser mucho más efectiva, sin descuidar que es necesaria asimismo la fiscalización de parte de las instituciones con competencia para ello.