Gonzalo Indarte

Rurales | 28 Oct En el mercado interno se aprecia una estabilidad en el precio del ganado gordo, “con un equilibrio entre oferta y demanda, y un parate en la suba de los valores de las haciendas pesadas, pero estabilizándose”, según manifestó a EL TELEGRAFO, el ingeniero agrónomo Gonzalo Indarte.
En cuanto a la reposición, y de acuerdo a lo sucedido en los últimos remates por pantalla, “se aprecia un ajuste, un nuevo equilibrio”, dijo. “La relación flaco-gordo estaba bastante a favor del flaco y ahora se ve algo normal, que incluso tendría que haberse visto antes”.
Indarte entiende que la apertura de Corea, que se aguarda para los primeros meses de 2013, más Estados Unidos que está comenzando a comprar, “lleva a pensar que el mercado internacional está firme”. En los meses anteriores, “la suba del gordo se debió a una demanda muy firme y una poca oferta en la post zafra, por lo que la suba se extendió más de lo normal”. Lo demostró aduciendo que “habitualmente los picos de post zafra se da sobre fines de agosto y primeros días de setiembre, y ahora nos venimos casi a fin de octubre”.
El interés manifiesto desde el exterior por carne de calidad “hoy es una realidad”, dijo Indarte. “Nuestra firma en particular lo está haciendo en los corrales, produciendo ganado para la cuota 620, al ser una herramienta muy buena, no sólo por el valor, sino porque se lleva en esta cuota a Europa, mucho más kilos que la Cuota Hilton y con un menor arancel, además de brindarle a la industria una programación de venta, porque cuando se encierra el animal, la industria ya está vendida”.
El profesional sanducero dijo que “lo veo como un cambio muy importante desde el punto de vista del criador, porque ese ternero debe ser de muy buena calidad y con un muy buen crecimiento”.
Campos
Sobre la situación de compra y ventas de campos en el país, Gonzalo Indarte indicó que “el primer semestre estuvo algo trabado, poco menos que los años anteriores, pero a partir del mes de julio hubo un movimiento, fundamentalmente de la mano de los argentinos y en especial por campos agrícolas”.
“Pero además de negocios de campos agrícolas que hemos concretado, también se han hecho por campos ganaderos, lo que cambia la tónica en la demanda”.
Sostiene que la situación que ocasionaba la nulidad de negocios, “era que no podíamos juntar las puntas, sobre todo porque la oferta de campos era poca y los precios que se pedían muy altos. Hoy se ve un equilibrio por el lado del ajuste del precio de esa oferta, con alguna corrección en los valores que se venían pidiendo”.