Opinion | 01 Nov Un estudio sobre el impacto del Plan Ceibal en Primaria concluyó que hay un “déficit muy importante” en el sentido pedagógico y que la formación de maestros es su talón de Aquiles, provocando que la mayoría otorgue un apoyo crítico o lo resista.
El trabajo lleva por título “Impactos del Plan Ceibal en las prácticas de enseñanza en las aulas de Primaria”, y lo llevó adelante el Instituto de Evaluación Educativa de la Facultad de Ciencias Humanas con financiación del Centro Ceibal Uruguay.
De corte cualitativo aunque tiene mucha información cuantitativa, el estudio fue realizado en base a entrevistas con casi 100 maestras y 17 directores de centros educativos, comprendiendo un total de 34 escuelas.
De ellos, el 40% tienen un apoyo crítico al Ceibal: confían en el plan pero les genera dudas, entienden que la XO produjo cambios pero asociados a la máquina como herramienta y la usan al menos una vez a la semana. El 35% tiene se resiste al plan, básicamente porque aseguran que las dificultades superan a las ventajas; y el 20% lo apoya porque reconocen que hubo un aporte, están convencidos que la XO producirá una mejora en los aprendizajes y son los que la utilizan dos o más veces en la semana, informó El País.
Según el estudio, el uso de la XO en las aulas queda librado a las motivaciones de los niños o a instancias puntuales que apoyan los contenidos curriculares.
Resulta claro a estas alturas que los niños no son el problema del Plan Ceibal. El problema está en lo pedagógico, en el hacer de los maestros que deben encontrar la forma de un uso eficiente e innovador de las ceibalitas en el aula de clase. Y eso demanda no sólo tiempo sino también capacitación. La introducción masiva y abrupta de las ceibalitas en las escuelas del país no dio lugar a esas instancias argumentándose entonces que los maestros serían capacitados mientras de desarrollaba el plan. En los hechos, las instancias de formación han sido escasas y al menos inicialmente en el manejo de la herramienta y sus potencialidades más que en cómo utilizarla para enseñar de una forma nueva y creativa.
No puede negársele al Plan Ceibal el mérito de haber llevado una computadora a cada hogar, lo cual es un salto cuantitativo muy grande en el abatimiento de la brecha digital. No es menos cierto que existen muy buenas iniciativas y esfuerzos de docentes y alumnos para la utilización eficiente de esta tecnología en el aula, como lo demuestran las Ferias Ceibal. Sin embargo, tal parece que la tan mentada “brecha digital” no era la culpable de los bajos rendimientos escolares, y que los buenos ejemplos mencionados son hasta ahora una mosca blanca.