Rurales | 05 Nov Lo del trabajo en equipo no es una mera frase. A la vista está que la familia Mattiauda y todo su equipo de los enduros se conforma por un nutrido número de personas que saben bien que función cumplen. Desde el apoyo permanente en el camino o en la llegada, hasta quienes se encargan del cuidado de los animales y los entrenan a diario.
Así llegaron a ganar todo en este año. En la prueba sobre 50 kilómetros participaron con tres ejemplares y Marcelo Noble, con sólo 11 años de edad fue el mejor jinete del año montando al ganador: Del Valdéz 42. Pero su hermano Ruben no se quedó muy atrás y finalizó tercero. En tanto en el de 80 kilómetros participó con cuatro animales durante el año. Martín Mattiauda fue el mejor jinete y Nochero del Valdéz el mejor animal de la competencia. No muy lejos, llegó Del Valdéz 45 que lo montó Daniel Furtado, o el propio Rolo Noble que finalizó entre los diez primeros.
Al finalizar la competencia Martín Mattiauda reconoció a EL TELEGRAFO la importancia de esta forma de trabajar: “Con mi hermano Mauro trabajamos en equipo y junto al resto de los integrantes nos complementamos en la tarea”. Mucha gente trabaja en “María Cecilia” en torno al Enduro. “El capataz, los cuidadores, los bañadores, además muchos caballos trabajan en el campo”, destalló. “Es un trabajo grande y en familia”, aclaró. “Nuestra gente es como de la familia y se le da una importancia bastante grande al Enduro, sin dejar el trabajo de lado. Nos hemos puesto metas y se han dado las oportunidades”, dijo.
Comentó que primero “se cuida la parte de los animales, porque caballo que tenga riesgo de que le pase algo directamente no viene a correr”.
Entiende que el año pasado “se hizo una buena base de correr los caballos tranquilos. Este año nos acompañó también la suerte de que los animales están sanos, para correrlos tranquilos sin necesidad de exigirles y quedar afuera”.
nochero
Al referirse a Nochero Del Valdéz, comentó que “este caballo se comenzó a cuidar hace unos dos años y medio. Tuvo algunos percances pero le dimos una oportunidad más, y el año pasado lo comenzamos a correr despacio varias veces, hasta que se aprontó y llegó segundo en el campeonato”.
“Este año lo sacamos campeón, ganando un par de fechas y en especial la etapa de la Federación Internacional de Criadores de Caballos Criollos (Ficcc)”, dijo Mattiauda.
De las seis fechas disputadas, tres fueron ganadas por este ejemplar. “Lo corrimos tranquilo, sin esfuerzo ninguno, porque tenía un problemita en una mano y no daba para exigirlo. La idea era completar la fecha, ya que llegando en cualquier posición salía campeón y la meta se cumplió”, precisó el jinete.
Reconociendo que es difícil saber cuánto puede durar un animal compitiendo en este tipo de pruebas, porque en un vareo se puede lesionar y se acaba su vida útil, sostuvo que Nochero Del Valdéz --macho castrado de diez años-- “será cuidado en el día a día en la estancia, para aprovecharlo lo más posible, porque cuesta mucho preparar un animal de este tipo”.
Indicó que salir a hacer una carrera “e intentar ganarla de una es muy difícil actualmente. Está todo muy competitivo y el nivel de entrenamiento está muy alto en todos los caballos. Hay que armarse de paciencia y cuando uno lo siente que está bien, intenta ir un poco más adelante, después se dan las oportunidades”.