Locales | 12 Nov Exitosas ediciones agregaron a su historial las fiestas populares de Esperanza y Casa Blanca, realizadas en la víspera, que pudieron sobreponerse a la fuerte competencia del encuentro clásico entre Nacional y Peñarol y al tiempo ventoso y el cielo gris.
En Esperanza, la Feria de la Alimentación y Artesanía, y en Casa Blanca la Fiesta de la Integración --ambas en un ambiente pueblerino-- sedujeron con una propuesta simple pero atractiva.
Al mediodía, en poco más de una hora, ambas ferias agotaron su oferta de asado con cuero y lechón asado, en la medida que desde la ciudad de Paysandú, especialmente, optaron por comprar su almuerzo del domingo en cualquiera de las dos ferias, a 350 pesos el kilo de asado con cuero en Casa Blanca y a 320 pesos en Esperanza, donde además se vendió lechón asado a 280 pesos el kilo. Por lo demás, ambas fiestas apostaron a las artesanías, plantas y alimentos envasados hechos “con nuestras manos” en el caso de Esperanza, y los mismos productos más prendas de vestir y otros elementos comercializados en serie. Asimismo, compartieron también el criterio de atraer espectadores con espectáculos musicales. En el caso de la feria de Esperanza, la gran atracción fue Héctor Numa Moraes, y en Casa Blanca, ya entrada la noche, la Orquesta Caridad, que puso calor a una noche fresca, a veces fría.
Para Esperanza fue la edición número once realizada en noviembre y para Casa Blanca la cuarta. Fue el primer año en que las dos coincidieron el mismo día y ambas organizaciones han expresado su interés en que no ocurra lo mismo en años venideros.