Día mundial de la diabetes

Locales | 13 Nov Mañana se conmemorará el Día Mundial de la Diabetes y en Uruguay es una de las enfermedades no transmisibles en las que el Ministerio de Salud Pública hace hincapié respecto a la prevención.
El 14 de noviembre de 1891 nació el médico y fisiólogo canadiense Frederick Grant Banting, descubridor de la insulina, que a partir de 1921 cambió la evolución de esta patología, la calidad de vida de los pacientes. Por esto en esta fecha se recuerda la necesidad de educar a nivel mundial y, según la doctora Alba Etcheverrigaray, “ese objetivo fue planteado por la IDF (Federación Internacional de la Diabetes, por sus siglas en inglés) junto a la OMS. Este año se agregó el esloógan ‘Protejamos nuestro futuro’”.
Los equipos técnicos y especialistas a nivel mundial preveían que “en 2030 iban a registrarse 330 millones de personas con diabetes, pero se volvió a calcular ante el aumento constante en la cantidad de personas con esta enfermedad y se estima que serán más de 500 millones. Por lo tanto, cuando hablamos de epidemia nos referimos al continuo progreso de una enfermedad que no hemos logrado detener”, destacó.
En tal sentido, resaltó la necesidad de proteger a los niños, “enseñándoles a comer bien desde pequeños, a tener una buena calidad de vida y actividad física, para prevenir y lograr bajar las cifras que demuestran las estadísticas. Se deberá mejorar el entorno de quienes tienen antecedentes familiares, si son hipertensos, con colesterol, sobrepeso, mujeres que registraron diabetes estacionales en sus embarazos, porque corren el riesgo de ser diabéticas. Si estas personas cambian sus hábitos, bajará la incidencia de la diabetes un 50%, y de ahí la ansiedad en que nos atiendan”.
En Uruguay y otros países se ejerce discriminación, “por ejemplo cuando no le resulta fácil a un diabético conseguir un trabajo, por eso se trata de hablar de esta patología a nivel poblacional y de gobierno”, dijo la endocrinóloga.
Para evitar avanzar en la estigmatización, el cuerpo médico planteó la necesidad de unir a las personas que padecen esta enfermedad en una asociación de diabéticos, lo cual “fue planteado el año pasado sin resultados. Creemos que una asociación es muy importante para lograr entre todos una mejor calidad de vida y queremos decir que si hay algún grupo interesado en reunirse, cuentan con nuestro apoyo, pero debe surgir desde la propia comunidad afectada”.
MARCHA CONTRA LA DIABETES
Mañana se realizará una marcha a las 19, con concentración en Bulevar Artigas y Avenida España hasta la Plaza Constitución, en la cual los participantes podrán llevar indumentaria azul, que es el color utilizado en la insignia de la diabetes.
En la plaza se instalarán mesas donde se efectuará un interrogatorio básico “para saber si la persona es un potencial diabético a través de una puntuación que registra el grado de posibilidades y posteriormente pasarán a realizar una glicemia capilar. La actividad se cerrará con un toque por la diabetes con la presencia de músicos de la Intendencia y un sorteo de canastas de frutas y dulces para diabéticos entre quienes participaron en la caminata. La intendencia aportará iluminación de color azul, acorde a la jornada”, adelantó Etcheverrigaray.
El doctor Ricardo Pedoja explicó que existen “dos tipos de insulina; el tipo 1 donde el tejido que la produce se destruye totalmente y necesita inyectarse. Hay un 80% de la población cuya insulina no es de la calidad suficiente como para mantener el nivel de azúcar en la sangre y en este porcentaje se puede actuar precisamente para evitar que los familiares del paciente no la padezcan o puedan alejar la posibilidad de tenerla. La tipo 2 es conocida como diabetes no insulino dependiente y es la más común. En Uruguay hay más de 370 mil diabéticos y una población similar que está en riesgo de tenerla, ante las características del envejecimiento”, destacó Pedoja.
Por su parte, la doctora Laura Savio recordó que “uno de cada ocho uruguayos es diabético y sigue en aumento exponencial, por eso la alarma en el equipo técnico y la insistencia en apoyar los programas en los hogares, escuela y comunidad”. Es importante el control médico, a la vez de enfatizar en la necesidad de “llegar a los padres, maestros o niños, para cumplir con una buena alimentación, con la calidad que requieren las cuatro comidas diarias y acompañados de juegos que antes eran al aire libre y hoy están limitados al espacio de una computadora o restringidos por el estilo de vida, con padres que pasan muchas horas fuera de la casa”. Finalmente, Savio reflexionó que “el año pasado se intentó llegar a las escuelas y no conseguimos mucho apoyo. Sabemos que las maestras están desbordadas, pero estamos pidiéndoles auxilio”.