Locales | 12 Nov Tras cumplir el correspondiente proceso legislativo en la Junta Departamental, ha pasado a la firma del intendente Bertil Bentos el decreto por el cual se establece la obligatoriedad de contar con carné habilitante para la manipulación de alimentos a partir del próximo año, según anunció el director general del Departamento de Servicios, Emilio Roque Pérez.
El jerarca, junto al director municipal de Higiene, Dr. Jorge Ziminov, explicó a EL TELEGRAFO los alcances de esta iniciativa, que ha surgido del Congreso de Intendentes como norma a cumplir por todas las intendencias, aunque habría un plazo de seis meses para que los involucrados puedan seguir obteniendo el carné tras aprobar los respectivos cursos que se implementen a tales efectos. Pérez precisó que se ha logrado que en la Junta Departamental se votara la obligatoriedad del carné manipulador de alimentos para trabajar con comestibles, que es el decreto 2.600”.
“Esta exigencia será para todo aquel que manipule cualquier tipo de alimentos, quien deberá contar con el carné para poder ejercer este trabajo y si bien el 27 de este mes, va a ser el último curso de este año, habrá otras instituciones y docentes que dictarán los cursos, pero siempre va a ser la Intendencia la que va a tomar el examen final a través de la Quim. Farm. Anabella Estévez”, a cargo del Laboratorio Bromatológico de la Dirección de Higiene, expuso.
Recordó que el proyecto del mencionado decreto fue derivado el 25 de octubre “de la Junta Departamental a la Secretaría y ahora está a estudio en el Área Jurídica Letrada de la Intendencia, para atender los aspectos formales de la normativa, pero en los próximos días se enviará nuevamente a la Secretaría del Intendente a efectos de la promulgación para su entrada en vigencia”.
Precisó Pérez que “Paysandú era uno de los departamentos a los que faltaba aprobar la obligatoriedad del carné de manipulador de alimentos”.
Plazo de aplicación
Ampliando conceptos, el director de Higiene Jorge Ziminov destacó que “al pasar al ejecutivo departamental, después de los noventa días queda la reglamentación firme, pero se va a dar un plazo de aplicación, por lo que no se va a empezar a controlar a rajatabla.
Todavía hay una serie de elementos a pulir y a través del CES (Centro Económico Social) se está tratando de buscar docentes en ingeniería alimentaria radicados en Paysandú para que dicten los cursos en nuestro medio y poder instrumentarlo y dar un plazo”. Consideró que “por lo tanto, aunque sea obligatorio a partir del 1º de enero, la obligatoriedad correrá a a partir de seis meses, y ahí se verá la cantidad de personas que harán los cursos. También tenemos que llegar con los cursos al interior departamental, y es así que tenemos pendiente Guichón y Quebracho, como otras localidades y centros poblados donde se manejan esos alimentos. También se puede lograr que se vayan a dictar los cursos al interior”. La fiscalización estará a cargo de los inspectores de Bromatología, aclaró, a la vez de señalar que el carné tendrá validez nacional y por un lapso de dos años, como es la idea de la Comisión de Bromatología del Congreso de Intendentes.