Ex Colegio Don Bosco

Deportes | 24 Nov El arquitecto José Pezzati, quien tomó el lugar de su colega Gonzalo De Lima (ya no forma parte del cuerpo de profesionales de la Intendencia), recorrió en la víspera las instalaciones del ex Colegio Don Bosco, a los efectos de comenzar una serie de evaluaciones que tendrán como objetivo determinar cuáles son los motivos por los que las instalaciones de lo que fuera pensado en su momento como Palacio de los Deportes sigue sufriendo filtraciones de agua más allá del trabajo de impermeabilización al que fuera sometida la azotea.
El primer piso del edificio luce inundado y las paredes dejan en evidencia que el trabajo realizado no surtió efecto o, como indicó De Lima, no se llevó adelante toda la obra necesaria para cortar definitivamente las filtraciones.
“Todavía no tengo un diagnóstico de la situación. Eso llevará unos cuantos días, porque tengo que hacerme de toda la historia de estos arreglos”, dijo Pezzati al ser consultado respecto al resultado de su recorrida por las instalaciones.
“En definitiva lo que se ve es lo que publicó el diario hoy (ayer). Se observan manchas de humedad y agua, esos son defectos constructivos, pero nos llevará una serie de estudios y cateos para saber a ciencia cierta qué es lo que sucede”, afirmó.
El profesional dejó en claro que “no voy a aventurar ninguna hipótesis hasta en tanto no me reúna con toda la información, porque yo no estuve durante la obra y recién me estoy interiorizando en el tema”.
Lo cierto es que la actual situación del ex Colegio Don Bosco, que la Intendencia tiene en comodato, sigue sin poder ser utilizado de la manera que se pensó inicialmente y se anunció podría comenzar a funcionar este año, es decir recibir delegaciones.
La Intendencia designó a Pezzati para hacerse cargo de la situación, que en los próximos días no solo incluirá el sumergirse en el historial de los trabajos realizados, sino también una serie de cateos para determinar a ciencia cierta si el trabajo realizado fue o no correcto, y cuáles son las soluciones para superar la actual situación del edificio, que sigue esperando, después de varios años, por una respuesta.