Opinion | 24 Nov Con la entrega, el miércoles, de otros 25 cheques para otros tantos subsidios complementarios de préstamos de rehabilitación de vivienda en la ciudad de Paysandú, la Intendencia Departamental y el Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente están superando los 200 préstamos de los programas que se han instrumentado por convenio entre ambos organismos a efectos de mejorar construcciones tanto en el casco urbano como en la periferia de la ciudad.
Se trata de recuperación de viviendas con problemas en techos, baños, humedades, revestimientos, fachadas, y en algunos casos sujetas a ampliación y terminación, con montos de hasta 72.000 pesos en el primer caso, y de 100.000 en el segundo, que a la vez generan a su terminación la entrega del subsidio, es decir un préstamo no reintegrable, por un 30 por ciento del valor de la obra realizada.
Se trata de programas que tienen un retorno social muy significativo, porque se mejora la calidad de vida de familias que tienen la posibilidad de acceder a préstamos sin interés para recuperar la unidad habitacional venida muchas veces a menos por problemas de mantenimiento o que requiere adecuarla a las exigencias de un núcleo familiar integrado por una mayor cantidad de personas.
En todos los casos, se requiere cumplir con requisitos en cuanto a necesidades y franja de ingresos que no supere determinado tope pero a que a la vez permita el repago de la cuota por el préstamo, lo que ha puesto de relieve un muy buen trabajo de los técnicos de la Unidad de Vivienda que ha permitido tener cero morosidad en los créditos. La próxima instancia será la entrega antes de fin de año de otras tandas de créditos para el programa de rehabilitación urbana en la periferia de la ciudad, e instrumentar desde 2013 también un programa de carácter general dirigido a localidades del interior departamental, en base a los aportes de alcaldías y juntas locales respecto a necesidades de residentes en sus jurisdicciones.
Ocurre que la problemática de la vivienda no solo conlleva incorporar nuevas unidades, que es naturalmente muy importante, sino también adecuar las ya existentes, que disponen de servicios y están integradas a la propia ciudad, lo que contribuye a evitar la formación de nuevos asentamientos y consecuentes problemas de servicios.
Por lo demás, al volcarse a la plaza estos préstamos para requerimientos en el área de la construcción, pese al aporte modesto en cada caso, en el conjunto inyectan circulante en plaza, que se traduce en compra de materiales para reparaciones y reconstrucción de techos y baños, además de empleo de mano de obra muchas veces de cuentapropistas, con la importancia que ello reviste para dinamizar una ciudad que es afectada por una fuerte de sangría de dinero hacia la vecina orilla.