Locales | 29 Nov Cuando hay voluntad, los sueños pueden convertirse en realidad. Y Aprodime es consciente de esto, ya que sumó a sus servicios una sala de psicomotricidad, que fue inaugurada ayer. En un ambiente repleto de sonrisas, la directora del centro, Graciela Tacain, explicó que dicha sala es necesaria para llevar adelante una atención integral y que debido a su equipamiento, es modelo en Paysandú.
“Nuestros chicos, desde los más chicos a los más grandes, necesitan no solo la parte educativa, sino también la fisioterapia, psicoterapia, equinoterapia. Por eso siempre apuntamos a tener todas las terapias innovadoras que permitan el desarrollo de distintas habilidades”, expresó Tacain.
En este sentido, explicó que actualmente los psicomotricistas trabajan con el paciente en su consultorio, pero que a partir de ahora es posible que todo el equipo de profesionales trabaje en conjunto para brindarle al niño la mejor atención. “Esta es una sala que va a ser trabajada por la técnica más todos los demás complementos. Como trabajamos en equipo con maestros, auxiliares, fisioterapia, psicoterapeuta, todos van a estar compartiendo”, añadió.
Sin embargo, subrayó que nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de los sanduceros. En este sentido, destacó el aporte de INAU, de casa Nicolini, y de Office 2000. También agradeció a El Tejar, que les permitió juntar los primeros fondos: “este proyecto lo venimos trabajando, queríamos instrumentarlo y no habíamos podido obtener recursos. En 2011 la empresa El Tejar nos invitó a participar con otras escuelas del evento Escuelas Abiertas y nuestros alumnos trabajaron en forma voluntaria en la parte de cantina. (…) Esta jornada nos permitió instrumentar el proyecto”, explicó.
Finalmente, invitó a los sanduceros a conocer el local, recorrerlo y ver cómo trabaja: “solo pueden saber lo que somos si vienen y ven lo que hacemos, así que los quiero invitar a todos”, concluyó.
Objetivos para 2013
Uno de los objetivos que se plantea la institución para el año que viene es la inserción laboral de los chicos mayores de 18 años que participan en sus actividades. “Tenemos 50 muchachos mayores de 18 años. Queremos instrumentar la tarea del trabajo, instruirlos y capacitarlos en el hábito del trabajo, para que puedan incluirse en lugares públicos y en empresas privadas”, dijo Tacain.
Según una encuesta divulgada por el portal discapacidaduruguay.org en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, México, República Dominicana, Perú y Uruguay, son cerca de 40 millones las personas con discapacidad. De ellos, cerca del 80% en edad económicamente activa están desempleadas y las leyes de cupo laboral se cumplen parcialmente.
“Nosotros venimos en el tercer año de Alternativa de Vida, que fue un convenio con el Instituto Psicopedagógico del Uruguay. Esto nos permite, a través de fondos de la comunidad económica europea, realizar un proyecto de formación en la parte culinaria. Ya se han formado dos grupos que están trabajando”, señaló la directora. En este sentido, aseguró que ellos se comprometen a preparar a los chicos correctamente: “Sabemos que hay chiquilines que pueden hacer determinadas cosas y otros que pueden hacer otras, y algunos tal vez puedan colaborar en una muy pequeña parte de un trabajo”, apuntó. Por esto aunarán esfuerzos para su inclusión laboral.