EN URUGUAY

Locales | 30 Nov El 1º de diciembre se conmemora el Día internacional de lucha contra el VIH-SIDA y el equipo médico de la Intendencia de Paysandú continúa efectuando una campaña de prevención y promoción de hábitos saludables, orientada al personal municipal en el hall de acceso a las oficinas del Palacio Municipal.
En esta oportunidad, el doctor Ricardo Diez fue invitado a exponer sobre el avance de la enfermedad y sus características. “Hay más de 15 mil casos notificados y 954 nuevos desde 2011, lo que significan tres casos por día. Es decir, se mantienen los niveles de notificación en relación a años anteriores, demostrando que el estado de la infección en Uruguay se encuentra estable, pero no alcanzan las campañas de prevención, en tanto no logran bajar la tasa de transmisión”, expresó Diez.
“A nivel de los actores públicos y privados, se registra el gran debe de bajar índices que son significativos para un país como el nuestro, con 15.500 casos y tres infecciones nuevas por día, teniendo en cuenta que cada uno de estos casos le cuesta mucho dinero al país”.
El especialista explicó que “las políticas de prevención no llegan lo suficiente como para romper determinados mitos que continúan en la sociedad”, al punto de considerar que “esta enfermedad deberá enfocarse con un tono sociológico y si no actuamos a nivel de nuestras conductas que son las que determinan que nos infectemos de HIV, no lograremos bajar las tasas, aunque aumentemos las campañas”. Consultado acerca de los mitos que persisten en la sociedad, Diez definió la no utilización del preservativo o el consumo de drogas, “con la última incautación calculada en torno a 12 millones de dólares, lo cual habla de la importancia de su presencia en nuestro país. La droga cambia la visión que tiene una persona y la vuelve vulnerable, de hecho quienes la consumen tienen accidentes de tránsito porque no toman medidas de precaución y por tanto, tampoco se cuidan cuando tienen relaciones sexuales”. Otro aspecto a considerar serán las enfermedades de transmisión sexual, que registran tasas muy altas fundamentalmente de sífilis o chancro, favoreciendo que a través de las lesiones ulcerosas sea más fácil el ingreso del VIH al organismo.
En cuanto a las características de la población, los casos se registran en jóvenes y en el sexo femenino, por eso se denomina “epidemia concentrada”. A esto deben sumarse a los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, dentro de un fenómeno mundial que requiere medidas de prevención insistentes.
Es una enfermedad cara
La doctora Gabriela Fernández resaltó que “las campañas no alcanzan, es importante el trabajo diario orientado a la prevención, a través de la cual se observa que los preservativos están al alcance de la mano. No los utilizan porque no quieren. En Salud Pública, son gratis y los levantan en las policlínicas. En Comepa también tienen acceso a un bajo costo”.
En el caso de las embarazadas se registraron once nuevos casos durante 2011, incluso niños que contrajeron la enfermedad a través de la lactancia. “Se debe prohibir la lactancia cuando la madre tiene VIH y desde ese lugar continúan trabajando salud pública y la mutualista en la exigencia de este análisis. Sin embargo, existen grupos que llegan tarde”, explicó Diez.
Fernández contó el caso de una adolescente de 16 años, cuyo análisis dio positivo. Luego de la cesárea se comprobó que el bebé estaba sano, no obstante, “no dejan de preocuparnos los aspectos sanitarios y presupuestarios para el sistema. Por eso, es más fácil, más barato y se obtendrá una mejor calidad de vida, si se actúa antes, educando e insistiendo”. Diez reflexionó que el VIH-SIDA “es un fenómeno vinculado íntimamente a las conductas humanas y a la expresión sexual de cada uno”. Resultan una comparación a la baja si las cifras obtenidas en Uruguay se cotejan con otros países. “Pero para el sistema de salud uruguayo que cuenta con policlínicas en todos lados, con una red de asistencia y el servicio mutual que está trabajando muy bien, nos lleva a pensar que deberíamos ser más exigentes en este sentido”.
Ambos profesionales coinciden en que el acceso a los medicamentos y tratamientos es dificultoso y oneroso. La medicación para un paciente durante un mes tiene un costo de U$S 2.000, aproximadamente, sin sumar los estudios ni el seguimiento necesario.