VÁZQUEZ Y ESPILLAR

Locales | 05 Dic En el auditorio “Miguel Ángel Pías” de Casa de Cultura se efectuó una jornada de capacitación, detección y manejo de conductas suicidas, con la presencia de la Comisión Nacional de Prevención del Suicidio dependiente de ASSE, los efectores públicos y privados, contando con el apoyo del Ministerio de Salud Pública.
La coordinadora del servicio de salud mental comunitaria, licenciada Pilar Vázquez Ledesma, explicó que los datos fueron obtenidos a través del Ministerio del Interior, cuyos registros incluyen hasta agosto de 2012. Las estadísticas registran “los intentos de autoeliminación que llegaron a la puerta de la emergencia del hospital y fueron vistos por el siquiatra de guardia. En 2011 fueron 119 intentos que no hablan de una cifra general, porque tenemos conocimiento que varios intentos no llegan a la consulta”.
Vázquez resaltó que fundamentalmente son adolescentes “que ingieren sicofármacos y su familia considera que no tiene demasiada importancia, los dejan dormir y nos los llevan a la consulta. En el caso de los suicidios, se contabilizaron 11 hasta agosto de 2012”. En este sentido, por tratarse de cifras otorgadas por el Ministerio del Interior, no se discrimina en personas atendidas en servicios de salud público o privado.
Según los datos presentados por la Comisión Nacional de Prevención del Suicidio, en el año 2009 Paysandú se ubicaba entre los últimos departamentos con autoeliminaciones consumadas por cada 100.000 habitantes. La cifra nacional es de 16 cada 100.000 y el departamento se encontraba en 15,3. La última información obtenida a través de esta comisión indica que en 2011 se registró un incremento y Paysandú está a la mitad de la tabla en la lista por departamentos. Las causas en el intento o en el suicidio “son variadas y no hay que precipitarse en decir ‘son estas o aquellas’, pero hay factores que predisponen a cometer un intento de autoeliminación. Además depende de la edad; la adolescencia es una de las franjas etarias que registra mayor cantidad de intentos y también los adultos jóvenes, de 25 a 44 años. En los intentos hay una prevalencia del sexo femenino, pero en los suicidios se da a la inversa.
Hay más suicidios en varones que en mujeres, en una proporción de tres a uno. Se observa generalmente que los varones, utilizan métodos más cruentos cuando tienen la idea de autoeliminación y por esa razón lo concretan”, dijo Vázquez Ledesma.
Atender las señales
Luego de evaluar los suicidios consumados, el equipo reconoce que “en varios casos se registró una consulta en el mes o dos meses previos en algún servicio de salud. Se trata de detectar cuáles son las conductas o ideas expresadas, verbales o no, en las consultas en las policlínicas o redes de salud de primer nivel para efectuar una prevención efectiva.
Además, se debe generar una red a nivel local o territorial, donde todos los actores sociales estén involucrados, porque este es un tema que no solo involucra a la salud sino a las organizaciones del medio y la detección se puede concretar desde todos los lugares”, explicó. A nivel departamental, los datos indican que durante el bienio 2007-2008, los casos habían descendido hasta 2009. En ese año se registró un aumento que se mantiene en la media nacional hasta 2011-2012.
La Directora Departamental de Salud, Magdalena Espillar sostuvo que “no tenemos una red de contención a nivel social y tampoco la actitud para tenerla, porque no hemos crecido en la solidaridad hacia el otro. Incluso en los talleres, donde trabajamos a partir de las historias clínicas de suicidas, tampoco se visualizó esta problemática en ningún momento. Las instituciones son una parte del problema y no todo, además esas instituciones están conformadas por personas y los pacientes a veces buscan ayuda y a veces no lo hacen”. Los técnicos reconocen que el suicidio es un tema que sensibiliza cuando ocurre, “pero antes no lo vemos y es parte de la cultura que debemos ir cambiando y los cambios sociales son independientes de los gobiernos y las líneas políticas”, aseguró Espillar.