Rurales | 08 Dic El Ministerio de Agricultura de Brasil negó reportes de prensa que informaron de casos de la enfermedad de la “vaca loca” en el estado sureño de Paraná hace dos años.
En un comunicado en su página de Internet, el Ministerio dijo que en el 2010 una vaca dio positivo en un examen de priones, las proteínas que se cree causan la encefalopatía espongiforme bovina, nombre científico de la enfermedad.
Sin embargo, el texto dijo que el animal no murió del mal y no tuvo síntomas. Por ello, “la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) en una comunicación oficial mantiene la clasificación de Brasil como país con un insignificante riesgo de encefalopatía espongiforme bovina”, dijo el comunicado.
Una información en el sitio de Internet del diario Valor había informado ayer que una vaca en Paraná posiblemente habría muerto de la enfermedad de la “vaca loca”.
Agrega el diario norteño que en primer término se analizaba si el animal habría muerto de rabia, pero los primeros análisis del Ministerio de Agricultura, identificaron la presencia del prión, una forma de proteína que es el agente patógeno del mal de la vaca loca (Encefalopatía espongiforme bovina), una molécula neurodegenerativa que puede ser transmitida al hombre en la forma de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
La situación “impone un futuro de incertidumbre al mercado de producción de carne brasileña”, establece el informe, teniendo en cuenta “las barreras comerciales que puede generar para la colocación de la carne bovina en el exterior”.
Al momento, Sudamérica no presenta ningún caso de “vaca loca” y Uruguay tiene un estatus de “insignificante”.
No clásico
El Gobierno brasileño anunció en la víspera que los resultados de las pruebas realizadas a una vaca que murió en el sur del país en 2010 revelan que se trató de un caso “no clásico” de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), y descartó riesgos para la salud.
La Secretaría de Defensa Agropecuaria del Ministerio de Agricultura precisó que los resultados, que fueron recibidos de un laboratorio británico, confirmaron que la vaca --procedente del estado meridional de Paraná-- poseía el agente que desencadena la EEB, sin embargo no manifestó la enfermedad ni murió por esa causa.
Los resultados fueron comunicados a la Organización Mundial de la Salud Animal (OIE) y este órgano decidió mantener a Brasil como país de “riesgo insignificante” para el mal de la vaca loca, según un comunicado. De acuerdo con esta versión, en los últimos años no se ha detectado ningún caso semejante y Brasil ha procedido en cumplimiento con los protocolos internacionales.