Paradoja: funcionarios de UTE afectados

Rurales | 12 Dic Las precipitaciones del pasado lunes vuelven a ser muy beneficiosas para el sector agropecuario, y en especial para el desarrollo de los cultivos de verano. Pero esta vez el fuerte viento y la tormenta, determinaron que varias zonas del departamento quedaran sin energía eléctrica, afectando incluso a funcionarios del ente que desempeñaban tareas en el noreste de Paysandú.
Los registros pluviométricos fueron regulares en la generalidad del departamento. Tambores fue donde más llovió con 60 milímetros. Le siguió Quebracho y Santa Kilda con 45, Chapicuy 37, Guichón 36, Arroyo Malo, Piedras Coloradas y Buricayupí 35, pueblo Porvenir 32, Arroyo Negro y Merinos 30, Guarapirú 29, colonia José Batlle y Ordoñez 26, ciudad y Piñera 25.
El gran problema para los productores son los constantes cortes de energía eléctrica. “Estuvimos 15 horas sin luz y en dos meses y medio van alrededor de 10 cortes”, comentó a EL TELEGRAFO, Giancarlo Menegazzi, desde la zona de Capilla del Carmen, a 7 kilómetros de Merinos.
Comentó que semanas atrás uno de esos cortes “fue de 36 horas, lo que demuestra que para el ente el campo está relegado a un segundo plano”.
Diversas zonas del departamento estuvieron varias horas sin energía, como en Paso Guerrero, Arroyo Negro, Piñera y gran parte de la ruta 26. “Cada vez que se corta la energía pasamos horas para poder hacer el reclamo y horas después para que lo solucionen”, indicaron de la zona de Buricayupí.
La gran mayoría de los productores se desprendieron de las heladeras a gas y del motor a gasoil que antes de llegar la energía eléctrica les solucionaban los problemas. “Difícilmente antes tenía problemas con las vacunas para el ganado. Ahora, cada vez que hay tormenta, tengo serias dificultades para mantener la cadena de frío, e incluso perdiendo vacunas por eso”, explicó un productor.
Carlos Artía comentó a EL TELEGRAFO que estando en Paysandú este lunes, logró comunicarse con el encargado del establecimiento ubicado a 19 kilómetros al norte, del mojón 134 de ruta 26, hasta que se cortó la luz en aquella zona del noreste del departamento.
Cada vez que hay tormenta en la zona “nos quedamos sin luz, y automáticamente sin celular, porque las antenas quedan sin corriente”, dijo, al tiempo que recordó cuando su abuelo decía: “los adelantos traen atrasos. Antes con el ruralcel uno podía hablar sin tener luz. Se prendía el motor y conversaba tranquilamente”.
Paradoja
Funcionarios de UTE entendieron ayer las vicisitudes que pasan los productores cada vez que se corta la energía. De acuerdo a lo indicado por Artía se comunicaron con él; “los atendí porque estaba en la ciudad, sino hubiese sido imposible, y me indicaron que se les quedó la grúa que utilizan para las columnas y necesitaban que los socorriera con un tractor”.
Comentó que la máquina se quedó enterrada a unos 6 kilómetros del casco del establecimiento, prácticamente en el límite de Salto. “Les dí un par de teléfonos de los vecinos para que alguno --si tenían luz--, los pudiera auxiliar. Pero seguramente tendrán que caminar algunos kilómetros para encontrar gente en la zona y hasta tal vez en algún puesto montar a caballo para encontrar algún tractor que saque la grúa”.
Subrayó que “lamentablemente están viviendo lo que nos pasa todos los días a nosotros. Cuando tienes los servicios y te faltan de un momento para otro todo se vuelve complicado. Los caminos son malos, y las comunicaciones también”.
Cruzadas
El productor sanducero recordó cuando la semana anterior, llovió más de 200 milímetros “y en el campo me arrancó 7 cruces en los arroyos, lo que significa trabajo para más de tres meses, y nadie tiene respuesta para este tipo de problemas”.
Acotó que “a esto tenés que sumarle el ganado que se pasa para lo del vecino en estas circunstancias. Yo crío Hereford y el del lado cría Aberdeen Angus y se arma problema cuando se mezclan”.
San ramón
En una zona próxima a San Ramón, sobre la cuenca del río Santa Lucía, en el departamento de Canelones, las intensas lluvias y granizadas fueron seguidas de un tornado que arrasó con las viviendas del establecimiento del productor José Irureta.
El fenómeno provocó la voladura de techos de las viviendas y hasta daños en los pisos y la mampostería. Además arrancó una cantidad de árboles cincuentenarios como se si tratara de pequeñas plantas.
Irureta indicó a Informe Tardáguila, que por lo menos en el área que podría apreciar desde donde estaba ubicado en el atardecer de este lunes, no podía advertir si también provocó muertes de animales.