Rurales | 19 Dic Con los precios que siguen en el mercado local por encima de los U$S 500 por tonelada y con buena carga de humedad en los suelos aunque falte todo el verano, se está ingresando en la fase final de la siembra de soja. En Chicago los futuros de la oleaginosa han recuperado posiciones en las últimas semanas gracias a un muy sólido ritmo de exportaciones de Estados Unidos y a las dudas sobre el potencial productivo de Argentina.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) recortó su proyección sobre los stocks finales de la soja en ese país para la actual campaña comercial. Se llegaría solo a 3.500.000 toneladas, un nivel considerado crítico y que no admitiría fallas de la cosecha sudamericana. El ritmo de exportaciones de soja en Estados Unidos tiene que desacelerarse para evitar un descenso mayor previsto en los stocks y eso debería hacerse racionando demanda a través de precios altos, indica un informe de Blasina y Asociados.
El USDA mantuvo el martes su estimación sobre la producción brasileña en 81 millones de toneladas y la de Argentina en 55 millones. El gobierno brasileño prevé una cosecha por encima de 82 millones de toneladas, mientras en Argentina existe un retraso importante en varias regiones agrícolas debido al exceso de lluvia.
En Uruguay se retomaron los trabajos luego de las lluvias del lunes con una acotada superficie a ser resembrada. Los precios en los primeros días de la semana se ubicaron entre U$S 510 y U$S 515 por tonelada, aunque casi sin operativa porque los productores están concentrados en la siembra y en la comercialización del trigo y la cebada.