Locales | 19 Dic El dirigente del Partido Obrero Revolucionario (POR), Raúl Campanella realizó una gira por el Interior, “haciendo una conclusión sobre lo que hace y no hace nuestro gobierno del Frente Amplio y lo que hacemos y no hacemos los dirigentes del POR”, expresó. Campanella reconoció el amplio debate existente en la interna partidaria, al definirse como “grandes apoyadores del proceso y el gobierno, porque creemos que los gobiernos del Frente Amplio han significado un gran proceso para el país”. El dirigente trotskista explicó que “ha sido un progreso la distribución de la renta”, aunque según su criterio “hay que profundizarla porque los problemas estructurales del Uruguay requieren soluciones estructurales. Han habido progresos en la transparencia democrática, en el ingreso de la función pública, en la coordinación entre el gobierno nacional y los gobiernos departamentales y en el funcionamiento de las empresas públicas”. En este último aspecto tomó como ejemplo el diferendo existente por la ex Pluna, al indicar que “se apunta a Calloia, pero el Banco República antes era una sucursal de amigos de, que daba créditos sin control. Creemos que el Frente Amplio vino a hacer una parte de la revolución burguesa que los partidos del sistema no hicieron”. Campanella analizó también los vínculos de Uruguay con el exterior, al mantener un “criterio independiente. Aunque a nuestro juicio habría que defenderse bastante de la ONU que sigue siendo una vieja colonia de naciones poderosas e imperialistas”. Algunos acuerdos que el Ministerio de Relaciones Exteriores está renovando con Estados Unidos, “no sólo a nosotros sino a muchos frenteamplistas no nos parecen correctos, pero en líneas generales la política exterior ha profundizado el Mercosur y las alianzas a nivel continental” o ha servido para enfrentar “al golpe en Paraguay, que ha sido una medida muy audaz junto al ingreso de Venezuela”, sostuvo el dirigente. Con respecto a la relación de Uruguay con Venezuela, Campanella dijo que “ha sido una nación solidaria como pocas, particularmente con Uruguay incluso recibiendo críticas de la derecha de su país por esa misma razón, como por ejemplo, haberse hecho cargo de un banco fundido”.
Lo que no se ha hecho
En cuanto a la interna política y otras resoluciones en el debe, según Campanella, “el POR inició una lucha solitaria por aplicar el espíritu y la letra del V Congreso Zelmar Michelini. Hay cosas que ni siquiera el Plenario tiene derecho a cambiar, como por ejemplo desconvocar a una asamblea constituyente que estaba fijada por el congreso y si quieren cambiar las resoluciones, tienen que convocar a otro congreso”.
Por otro lado, se manifestó crítico respecto al término “bonanza económica porque habla de un sector y no de todos. No habla de los niños que viven con parasitosis en barrios de Montevideo o del Interior. La bonanza económica ha derramado hacia los trabajadores y hay más empleo, aunque dista mucho la calidad del empleo y la distribución de la renta”.
Según el dirigente, “la parte de la riqueza nacional que va para salarios es similar al anterior, es decir, creció más el PBI que su distribución. Todavía hay un porcentaje altísimo de trabajadores --aproximadamente 850.000-- que ganan salarios bajos en el entorno de $ 10.000, con un salario mínimo de $ 8.000. No es correcto que nosotros en el gobierno aumentemos los salarios de los ministros que pasaron a ganar igual que los senadores y admitamos salarios tantas veces superior al salario mínimo. No es justo”.
En cuanto al aspecto productivo, Campanella sostuvo que “hay que enfrentar muchas presiones. Mujica dijo que no se puede crear un Frigorífico Nacional porque es muy fuerte la oligarquía. Nosotros creemos que es muy fuerte el pueblo uruguayo, que pudo enfrentar dictaduras cívico militares, ¿cómo no vamos a poder enfrentar las dictaduras económicas?”, se preguntó.