Dijo que “solo quería asustar”

Policiales | 26 Dic El joven R.M.D.S., de 18 años, quien el  15 de diciembre efectuara disparos en el servicio de consultorios centralizados de Comepa, cambió ante la jueza penal de Segundo Turno, Karen Ramos, la declaración recogida en la  novedad policial N° 2.668.255 de la Seccional Primera, y dijo que su intención no era dar muerte a ninguna persona sino simplemente asustarlas, según el auto de procesamiento difundido por el Poder Judicial.
Según el documento, ese día, aproximadamente a la hora 9.15, R.M.D.S. llamó un taxi desde su domicilio y solicitó en primer lugar ser conducido hasta Sarandí y Zorrilla de San Martín, frente a UTU. Allí el taximetrista detuvo el vehículo pero su pasajero no descendió sino que le solicitó que lo llevara hasta Comepa, descendiendo del taxi en la parada de ómnibus de Montecaseros y Colón.
Ingresó a la mutualista portando una mochila que contenía un revólver color negro, calibre .22 con cinco proyectiles, un pico de hierro, una caja de un disco duro de computadora, un desodorante Dove envuelto en un papel blanco, una agenda y un par de guantes de lana. El arma era de propiedad de su padre A.D.D., y la tomó de una cómoda donde su progenitor la guardaba. Ingresó al baño, sacó el arma y las balas que llevaba dentro de una bolsa, se colocó el pasamontañas, los guantes, cargó el arma, y efectuó un disparo “para probarla”, según declaró.
Atraído por el sonido que produjo el disparo, una persona que se encontraba en la sala de espera junto a otros pacientes, ingresó al baño y al ver a R.M.D.S., encapuchado y portando un arma, se retiró en forma inmediata, advirtiendo de lo que sucedía a las personas que allí se encontraban.
R.M.D.S., encapuchado y arma en mano, salió al pasillo y siguió disparando. Luego se sentó y en ese momento llegó la Policía y lo detuvo. Del informe del psiquiatra forense practicado después de la detención del joven estudiante, surge que éste presenta trastorno psicótico agudo, que actuó bajo las influencias de sus ideas delirantes y revestía alta peligrosidad, por lo que se dispuso su internación compulsiva, la que se cumplió en la Clínica Paysandú, con custodia policial.
Solo “asustar”
Interrogado posteriormente, R.M.D.S. declaró que su intención no era hacer daño, no quería matar a nadie, y que quería asustar. Añadió que siempre se interesó por documentales, biografías, información obtenida en diarios que guardaba en su dormitorio; que se vio influenciado por el contenido de la información recabada desde tiempo atrás y ello incidió en su accionar. La magistrada actuante estima que “no hay posibilidad de apartarse del informe psiquiátrico forense que da cuenta de un individuo que actuó bajo la influencia de ideas delirantes y que presenta un trastorno de personalidad psicótico agudo”. La jueza Ramos resolvió el procesamiento con prisión de R.M.D.S. por la comisión, en calidad de autor inimputable, de tres delitos de disparo con arma  de fuego en reiteración real y dispuso su internación compulsiva en la Clínica Paysandú por el plazo que determine el equipo médico psiquiátrico tratante.