Paysandú, Miércoles 02 de Enero de 2013
Rurales | 27 Dic El ingeniero agrónomo Marcelo Grattarola, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), sostuvo que para aprovechar el buen índice de señaladas que se han venido dando en los dos últimos años, “es necesario aplicar técnicas sencillas y de alto impacto en lo que es la recría ovina”.
Se llama recría al período entre el destete --que se da en la zona norte entre el 15 de diciembre y el 15 de enero-- y el año cuando serán esquilados esos animales. “En el caso de la hembra se extiende ese período hasta marzo o abril del año siguiente en el que deberían estar con un peso de entre 36 y 40 kilos para tener una eficiencia reproductiva que nos asegure una buena producción”, dijo el técnico sanducero.
El SUL como así también otras instituciones, “ha trabajado en el tema reproducción teniendo en cuenta que el stock había bajado considerablemente y el país estaba con indicadores muy bajos de entre 65 y 70% del promedio nacional”. Indicó que en los últimos cuatro años “se mejora esos índices reproductivos a un 75% levantándose mucho los porcentajes de señaladas. Cuando se hace en campo natural es un recurso bueno, aunque otros productores con otra alimentación andan en porcentajes del 100%, con pasturas estratégicas y suplementación”. De todas maneras, aclaró que “un piso del 75 al 80% es una buena base para avanzar hacia otros niveles”.
“Una vez que se logran estos porcentajes de señalada queda por delante el tema de la recría y sobre todo de la mortandad que se da cuando se registran esas señaladas, especialmente en el verano”, manifestó Grattarola. “En la zona norte se pierden más corderos desde la señalada hasta la entrada al invierno, que durante el mismo invierno que se estiman entre 12 y 15% de los corderos logrados. En años muy lluvioso por temas sanitarios, o años muy secos por el tema de la calidad de pasturas esta pérdida puede llegar entre un 20 a un 30%. Todo lo que se logra en seis meses para destetar un buen cordero lo perdemos después”, subrayó.
Para minimizar esas pérdidas, el técnico del SUL indicó al portal Todoelcampo, que se está trabajando en una guía de alimentación de campo natural.
“Se hizo una reunión en la casa del productor Eduardo Brito en la Ruta 26 y se logró armar una estrategia que cuando se le plantea a los productores si es pastura natural o suplementación no dudan en establecer claramente que prefieren la suplementación”.
“En el caso de utilizar harina de soja existe una rápida respuesta de los corderos en la cantidad y tiempo que sea, y en el caso de las pasturas si bien nadie discute su impacto económico ni productivo, se pierden miles de hectáreas cuando viene el tiempo muy seco en el basalto y por ello prefieren la suplementación”, dijo.
Buscando enfocar bien la problemática, expresó que “los corderos que pesan menos de 20 kilos al destete, que se estiman son el 20 al 30% de la generación de todos los años y el solo hecho de separarlos en un campo reservado y suministrarles harina de soja o un bloque proteico, se logra que no haya una mortandad importante de esa categoría”. Grattarola precisó que “suplementar con 50 gramos de proteína por día repercute favorablemente si es hembra en los aspectos reproductivos”. Agregó que “se harán seguimientos en establecimientos que suministrarán 100 gramos de harina de soja por día, sólo dos días a la semana durante 75 días, con un costo en el caso de que se use harina de soja de cinco dólares por cordero y en el caso de bloque proteico del que se debe suministrar más ya que tiene un 30% de proteínas contra 50% de la harina. El costo sería de alrededor de nueve dólares aunque corre con la ventaja de su disponibilidad en todo el país y la practicidad en el suministro”. Aclaró que “se harán seguimientos para ver la respuesta ante la mortandad y luego de ganancia, para ver las pérdidas de producción que están bien detectadas y si se pueden evitar, son ganancias posteriores”.
Entiende que “es una tecnología muy sencilla que esperamos tenga una buena respuesta para trasladarla luego al resto de la producción. Queremos que el borrego o borrega llegue al momento de encarnerar o para hacer cordero pesado con 40 kilos. Agregárselos tienen un costo de producción de sólo nueve dólares que es el costo de un kilo de lana, diez kilos de carne que le ponemos a un animal en un 10% en lana”. Sostiene que el concepto “es de que con lo que produce de lana estamos pagando su suplementación, el resto es todo ganancia tanto mayor eficiencia reproductiva, más animales para seleccionar y más cantidad de lana en general de por vida”, concluyó.
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