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Paysandú, Miércoles 02 de Enero de 2013

Cambia la equivalencia

Unidad Ganadera para ovinos baja a 0,15 en relación a la vaca

Rurales | 31 Dic Más ovinos por hectárea, en relación a la cantidad de vacas, es la propuesta de ajuste que se hace para la definición de la Unidad Ganadera, que llevaría de 5,1 lanares por vaca a 6,67 ovinos por cada vacuno en una hectárea.
Un reciente estudio realizado por técnicos de organizaciones como la Dirección de Investigaciones Económicas Agropecuaria del MGAP, Facultad de Agronomía, Facultad de Veterinaria, Fucrea, Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, Instituto Plan Agropecuario y Secretariado Uruguayo de la Lana, revisó la vigencia de la equivalencia ganadera ovino/bovino de 5:1. Esta iniciativa surgió ante la inquietud planteada por un grupo de productores ovinos de que ésta no reflejaba la realidad de los sistemas productivos en términos productivos y económicos.
Medición histórica
Las unidades ganaderas (UG) y la equivalencia ovino-bovino son ejemplos de coeficientes técnicos sencillos utilizados históricamente en los procesos de toma de decisiones de técnicos y productores ganaderos. En Uruguay la unidad ganadera representa los requerimientos energéticos de una vaca de 380 kg de peso vivo en mantenimiento, y es de uso generalizado un sistema de equivalencias que adjudica a las distintas categorías vacunas y ovinas un coeficiente que pondera el consumo relativo de la misma con respecto al consumo de esa “UG patrón”.
Normalmente las unidades ganaderas y las equivalencias se utilizan para estimar aproximadamente la dotación de un campo, considerando en forma conjunta el número de vacunos y ovinos (en términos de unidades ganaderas) por hectárea y para calcular el resultado económico del rubro bovino y del ovino en función de la dotación de cada una (expresada en UG) en el análisis de gestión del ejercicio.
En términos generales, estos cálculos se hacen en base a la dotación al 30 de junio de cada año, con la declaración jurada de semovientes en establecimientos ganaderos de Dicose.
Comen menos
Entre las consideraciones tomadas en cuenta, primó el análisis de que los requerimientos nutricionales de los ovinos estaban sobrevalorados. A esta conclusión se llegó luego de analizar información de origen nacional e internacional proveniente de sistemas predominantemente pastoriles y con importante presencia del rubro ovino como Nueva Zelanda, Australia y Argentina y se concluyó que existían argumentos científicos que fundamentaban la reconsideración de dicha equivalencia.
Se acordó redefinir el uso de una nueva tabla de equivalencias fundamentada en la base biológica conceptual que la sustenta. La propuesta es que se utilice a nivel nacional una nueva relación de 6,67:1 (en sustitución del 5:1) siendo la oveja de cría 0,15 unidades ganaderas, como se presenta en el cuadro adjunto.
Vaca y oveja comparados
Para llegar a esto, se consideraron los requerimientos energéticos de una vaca de 380 kg (la UG definida por Crempien, 1982) y su relación con los requerimientos de una oveja de 45 kg de peso vivo en el campo. Para determinar este peso vivo “promedio” nacional se tomó como referencia información del INAC: desde 1995 a 2011 las ovejas faenadas tuvieron un peso de 40,1 kg en planta. Para aportar elementos objetivos para la determinación de nuevas equivalencias, los requisitos energéticos de vacas y ovejas se estimaron según Agricultural Food and Research Council (AFRC 1993). Con estos supuestos, la nueva relación es de 6,67 ovejas por vaca, por lo cual resulta para la oveja de cría una equivalencia de 0,15 UG.
Con el objetivo de dar referencias a situaciones productivas con ovejas de distinto peso adulto, también se incluyen en el trabajo completo equivalencias correspondientes a ovejas más livianas (de 40 kg) y más pesadas (50 y 55 kg).
De ahora en más
Se recomienda emplear a nivel nacional estas nuevas equivalencias por los distintos agentes (instituciones, productores, administradores, consultores, analistas de políticas sectoriales, economistas agrícolas, investigadores, extensionistas y educadores), para el uso con que fue pensado este coeficiente. Asimismo, se entiende que para situaciones productivas específicas existen en la actualidad otras herramientas que estiman con mayor precisión la demanda de requerimientos del ganado ovino y bovino, en función del peso corporal, la ganancia de peso y el estado fisiológico. De hecho, estas herramientas fueron las empleadas para dar soporte técnico a los cambios sugeridos en este trabajo.
Mayor exactitud
Se considera que estos cambios propuestos representan con mayor exactitud la demanda energética de los animales que forman parte de los sistemas ganaderos de producción mixta en Uruguay. Asimismo, se sabe que generarán ciertos cambios con el uso de esta nueva equivalencia. Uno será a nivel de la dotación de los campos, que estarán “más aliviados” por considerar menores requisitos energéticos de los ovinos (vale mencionar que se mantienen incambiados los de los vacunos).
El otro será en el análisis de gestión de empresas ganaderas, donde el ingreso del rubro ovino -medido como producto bruto sobre unidades ganaderas ovinas- se verá incrementado por la misma razón.


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