Locales | 28 Dic En el fin de semana comprendido entre el 21 y 23 de diciembre, la Intendencia de Salto impuso más de mil multas, la mayoría de ellas por exceso de velocidad, cruce de semáforos en rojo, evasión de puestos de control, giros en U no autorizados, falta de casco, más de dos ocupantes en una moto y no usar cinturón de seguridad.
La cantidad de multas fue posible gracias a la utilización de una camioneta, arrendada a una empresa privada, equipada con cámaras para foto-multas, filmadoras y radar.
La camioneta, sin identificación, queda estacionada en un sitio que la Intendencia designa como problemático. Registra las infracciones a la ordenanza de tránsito con fotos o videos, lo que luego hace posible el cobro de las mismas a los infractores, del mismo modo que si fueran aplicadas por inspectores de Tránsito. Las fotos y videos registran fecha, hora, matrícula del vehículo y lugar, de manera que no se puede evadir el pago de la multa.
La camioneta tuvo una prueba piloto en Fray Bentos, pero fue utilizada por primera vez en Salto, según dijo el director de Tránsito de ese departamento, Federico Galeano. En Salto, como en muchas otras partes del país, incluido Paysandú, cuando los conductores en infracción ven un puesto de control se detienen metros antes, se colocan el casco o bajan al pasajero de más o se ponen cinturón de seguridad. En cambio, no detectan un puesto de control en la camioneta, por lo que siguen en el tránsito, quedando registradas las infracciones.
Si todas las infracciones fueran penadas con solamente una UR, la intendencia de Salto recaudará al menos 607.000 pesos, lo que justifica holgadamente el alquiler del servicio privado. Las intendencias de Montevideo y Maldonado se aprestan a firmar contrato para contar con un servicio similar.