Dinama

Locales | 31 Dic No arrojó rastros de agroquímicos el primer monitoreo de la cuenca del arroyo Guayabos realizado por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) en coordinación con OSE. Estos análisis habían sido solicitados a las autoridades por vecinos de Guichón en una reunión mantenida con el titular de dicha dirección, Jorge Rucks, en Montevideo en mayo pasado. En esa oportunidad le plantearon la preocupación de su comunidad respecto a la calidad del agua potable debido a que las unidades potabilizadoras de agua (UPA) de Guichón y Termas de Almirón se encuentran a escasa distancias de áreas que son fumigadas. Asimismo, le hicieron entrega de un documento que señala que “la comunidad de Guichón, al igual que todo el país, ha vivido en un período de más de 20 años el arribo de las empresas forestales y no más de 10 años la llegada de la agroindustria sojera, acompañada de los monocultivos de transgénicos” y que “todo este paquete viene de la mano de un gigantesco cóctel de uso masivo e indiscriminado de agrotóxicos”.
Los vecinos explicaron en esa oportunidad que esos cultivos llegan hasta escasos metros de las cuencas y micro cuencas hídricas, que es desde donde se toma agua para las UPA: “Específicamente, en la comunidad de Guichón las UPA, así como el arroyo que la abastece, está totalmente expuesta a las fumigaciones masivas con agrotóxicos, dado que las mismas tienen un sistema de piletas de decantación que se encuentra a cielo abierto. Las plantaciones llegan hasta 40 metros de la planta potabilizadora y 30 metros del arroyo del que se toma el agua, no existiendo legislación al respecto que regule esta situación, que es por demás preocupante, dado que no se hace desde los organismos competentes análisis que detecte residuos de agro tóxicos en agua”.
RESPUESTA DE LA DINAMA
Tras realizar el primer monitoreo de la zona entre fines de octubre y principios de noviembre pasado, la Dinama cuenta ahora en su poder con los resultados de los análisis efectuado por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), los cuales no detectaron rastros de plaguicidas.
Según informó Rucks a EL TELEGRAFO se hicieron análisis para detectar glifosato, atrazina, entre otras sustancias, en tres puntos del arroyo --las nacientes, la zona de toma de agua y más abajo de la misma-- sin detectar su presencia. “No existe traza de contaminación, esto no significa que tengamos el 100 por ciento de seguridad de que no haya contaminación. Por eso se harán nuevos controles en los períodos de preparación de los cultivos y cuando éstos requieran aplicaciones de agroquímicos”, agregó.