Deportes | 03 Ene Ladislao Mazurkiewicz (67), ex golero de Peñarol y la selección uruguaya, que se desempeñaba como preparador de goleros en filas mirasoles, falleció en la madrugada de la víspera tras haber sido internado hace una semana por problemas respiratorios. El estado de salud del ex arquero, uno de los mejores del mundo, oriundo de Maldonado, había empeorado con el paso de los días.
“Mazurka” nació el 14 de febrero de 1945, y debutó en Racing en 1963. Dos años le bastaron en filas cerveceras para dar el salto a Peñarol, en el que jugó hasta 1970, conquistando dos campeonatos uruguayos (1967 y 1968), una Libertadores y la Intercontinental de 1966 y la Supercopa de Campeones Intercontinentales de 1969. Tras dejar Peñarol pasó al Atlético Mineiro, ganando el campeonato brasileño en 1971, mientras que en 1974 se sumó al Granada de España, donde militó hasta 1978. Tras jugar un año en Cobreloa y otro en América de Cali, volvió al club de sus amores y fue campeón uruguayo con Peñarol en 1981, tras lo que se retiró manteniendo el récord de minutos de imbatibilidad del fútbol uruguayo, que sigue siendo suyo, ya que no recibió goles durante 987 minutos.
Mazurkiewicz vistió en varias ocasiones la camiseta celeste, siendo campeón del Sudamericano Sub 20 en 1964 y tres años más tarde del de mayores. El ex arquero se dio el gusto de disfrutar de tres Mundiales con la selección, los de 1966, 1970 y 1974, aunque fue el segundo de ellos, en México, en el que brilló y se transformó en clave para que Uruguay llegara a las semifinales. Fue, por eso, designado por FIFA como el mejor arquero del Mundial y es considerado hasta hoy como uno de los más grandes arqueros de la historia del fútbol, superado solamente por el ruso Lev Yashin.
Mazurkiewicz fue invitado a la despedida de “La araña negra”, a quien suplantó en el complemento recibiendo los guantes del ruso, en un gesto que terminó dejando en claro que Yashin había elegido a su sucesor, como él mismo lo dijera poco después.
Y no quería ser arquero…
“El arquero de Quinta División, con 16 años, fue a la ficha médica y le tuvieron que extraer una muela y no podía practicar. Faltaba uno y me dijeron que si quería jugar de arquero: atajé seis penales, y después que terminé la práctica con el equipo titular me fui para casa. Al otro día me fueron a buscar al taller como arquero y dije que no, que quería jugar en la mitad de la cancha, pero como siempre me gustó el entrenamiento se me dio”, relató Mazurkiewicz hace pocos meses a la televisión internacional con respecto a sus inicios en Racing. De ahí a Peñarol, y a la selección uruguaya, fue un paso.
En la misma entrevista, contó a medias una anécdota del Mundial de Inglaterra 1966. “Vino la Reina a saludarnos a todos; le di un beso y le dije en mi español: ‘hoy les ganamos’. Aunque terminamos empatando 0 a 0”, dijo, aunque sin agregar que cuando se acercó el esposo de la Reina a darle la mano, “Mazurca” le dijo: “vos sí que estás pintado”, lo que sirvió para descontracturar al resto del plantel, que no lo podía creer.
Con respecto a su ídolo, Yashin, Mazurkiewicz dijo: “el idioma no nos ayudaba mucho a compartir un diálogo, pero me ofreció los guantes para que me los llevara de recuerdo. Y en el ’71, cuando se retiró, me dijo que yo era su sucesor”.
Al igual que Yashin, el uruguayo adoptó el vestirse de negro a la hora de saltar a la cancha. Pero Mazurkiewicz explicó el motivo: “el golero tiene que jugar de negro, gris o azul oscuro porque no lo tienen que ver los contrarios. De gris, mejor todavía; porque el contrario no tiene un punto de referencia”.
Esa entrevista, recordada en las últimas horas ante el fallecimiento de uno de los mejores goleros del mundo, se cerró con unas sentidas palabras de “Mazurka”: “dejé el fútbol en el ’82 y hoy se acuerdan de mi. Eso es lo que queda, lo lindo. No solo los triunfos sino esto. Es lo más lindo que hay que se acuerden de uno de viejito”.