Opinion | 05 Ene Según indicó el presidente de AFE, Jorge Setelich, a El Observador, el transporte de piedra puede constituirse en una tabla salvadora para el ente en 2013 y generar un “salto cuantitativo” en el volumen de carga movilizada por el tren.
De acuerdo al jerarca, el directorio definió como una de sus prioridades para el primer trimestre de este año “madurar” un plan que prevé la incorporación de 40 vagones y dos locomotoras con una inversión que ronda los U$S 10 millones.
Setelich explicó que la construcción de la planta regasificadora en la bahía de Montevideo es el pie de apoyo para esta iniciativa, teniendo en cuenta que el Poder Ejecutivo prevé adjudicar el ganador del llamado a licitación en abril, por lo que la posibilidad de sumar el transporte de piedra para la construcción de la escollera que requerirá el barco regasificador, significará un “salto cuantitativo” en los volúmenes de carga y facturación del ente.
A su juicio, AFE estaría en condiciones de aumentar un 50% su capacidad de carga y alcanzar las 1,5 millones de toneladas en el año, pero debería requerir un plan distinto al resto de los contratos de transporte que tiene con operadores de granos, cemento y madera.
La construcción de la planta regasificadora requerirá un máximo de 5 millones de toneladas de piedra. Esto es el doble de lo que demanda Uruguay actualmente por año. Por ese motivo, es altamente probable que este incremento abrupto del consumo dispare los precios. Para ganar tiempo y ahorrar recursos, AFE se asoció con Ancap para tramitar los permisos de las canteras para obtener el volumen de piedra que demandará la planta regasificadora, pero hoy la principal dificultad que tiene el ente, producto de su baja calificación en el sistema bancario, es la posibilidad de acceder a financiamiento sin la garantía del Estado.
El presidente de AFE advirtió que hay urgencia en definir cuanto antes esta iniciativa porque la compra de material rodante no es automática y lleva su tiempo. Igualmente, aunque el ente no sume el negocio de la piedra en 2013 hay perspectivas de continuar mejorando los resultados operativos que mostró AFE el año pasado, según estimó Setelich.
En materia de infraestructura, para este año está definida la ejecución de la segunda fase de mantenimiento del ramal Montevideo - Rivera, obra que se financiará con recursos del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) con una inversión de unos U$S 75 millones. En tanto, también con recursos del Focem, se destinarán U$S 125 millones para que la línea Paso de los Toros - Salto pueda pasar de 18 a 25 toneladas por eje.
Estas expectativas, empero, no pueden desmarcarse del hecho de que desde que asumió, y cuando va transcurrida la mitad de su mandato, el presidente José Mujica ha proclamado y reafirmado como una de las prioridades de su gobierno la reactivación del ferrocarril, para potenciar la infraestructura logística del país, pero la realidad indica que más allá de los enunciados poco y nada se ha concretado en realizaciones para reactivar este medio de transporte.
A mediados del año pasado se había indicado que AFE procura obtener un crédito financiero de nueve millones de dólares con la intención de incorporar material rodante, pero de acuerdo a lo expresado en su momento por el presidente del organismo, Jorge Setelich, las posibilidades de éxito son muy escasas, y en octubre el mismo jerarca reclamó al gobierno “tomar una decisión” respecto a si invertirá o no en el ferrocarril, al destacar que la situación actual del ente es prácticamente la misma que describió en 2009 un informe del Banco mundial, el que catalogó al sistema ferroviario de Uruguay como el peor de América Latina.
Dijo que “hay un tema de fondo. Hay que definir si el Estado quiere agregar valor para que esta organización sirva para algo y si no simplemente hay que tomar la decisión de terminar con el ferrocarril, mantenerse por las leyes del mercado y terminar con una agonía”.
Lamentablemente esta agonía sigue aún hoy, con indefiniciones y postergaciones en la toma de decisiones, que no son fáciles, por cierto, teniendo en cuenta la magnitud de los recursos que se necesitan. Pero sobre todo lo que se requiere es un proyecto viable, que no puede depender por ejemplo de la coyuntural necesidad de piedra para erigir una planta, cuando la respuesta que se necesita radica en un plan de trabajo y negocios a mediano y largo plazo que sea creíble y forme parte de una reestructura drástica que no debe seguir postergándose.