En Paysandú

Locales | 12 Ene Pese a que se ha declarado a nuestro país libre de la vinchuca transmisora del Mal de Chagas, igualmente se sigue trabajando en el monitoreo y detección de eventuales ejemplares de las especies transmisoras en nuestra campaña, indicó ante consulta de EL TELEGRAFO el oficial de Higiene de la Dirección Departamental de Salud, Julio Baptista, quien a la vez destacó el trabajo en educación que se ha realizado a través de las escuelas.
Dijo Baptista que “el monitoreo que se viene haciendo en la etapa de vigilancia es a través de las escuelas en los centros poblados, como así también en los destacamentos policiales, y nosotros les recomendamos que cuando encuentren vinchucas las capturen vivas y las traigan para poder comprobar si realmente es del tipo infestans o rubrovaria, que son los dos tipos que tenemos en el Uruguay”.
Acotó que el triatoma infestans “es la amarilla y negra, que se ha encontrado en muy pocos lugares, y la más común es la rubrovaria”. A la vez señaló que la responsabilidad en esta tarea de monitoreo corresponde a la Dirección Departamental de Salud, aunque “también tenemos la vigilancia por el lado del Banco de Sangre y Plasma del Hospital que tiene la parte de controles de los donantes de sangre”.
Precisó el entrevistado que efectivamente esta enfermedad ha sido endémica en el Uruguay y que por lo tanto hay portadores, “pero lo que hemos logrado es cortar la transmisión de la enfermedad a través del vector, lo que quiere decir que no se han dado casos nuevos. Se ha cortado la transmisión porque al controlar el vector se interrumpe la cadena de contagio”.
Eliminación de
factores de riesgo
Respecto a la tarea que se ha desarrollado durante años con este fin explicó que “una de las medidas que se ha dado ha sido la erradicación de ranchos, en este caso con la participación del Mevir, que ha dado un gran empuje en lo que refiere a la vivienda rural y la calidad de las construcciones. Sin duda este ha sido un gran adelanto”.
“Por otro lado, la educación y la divulgación entre la población, que se da desde las escuelas rurales, sobre todo, ha sido un aporte sustancial, porque es muy conocedora del tema, lo plantean, y los niños conocen el vector”, acotó.
Consultado sobre si se ha encarado fumigación específica contra la vinchuca explicó Baptista que “no, porque debemos tener en cuenta que la vinchuca es bastante sensible a los insecticidas, contrariamente a lo que ocurre con otros insectos, como mosquitos y cucarachas. Es decir que como se fumiga en hogares y en dependencias rurales contra otros insectos, ya el insecticida actúa efectivamente contra la vinchuca”.
“Debemos tener presente que por ejemplo esta fumigación se hace de rutina por las empresas forestales y otros emprendimientos productivos, lo que ha disminuido la población. También era frecuente encontrar vinchucas en gallineros y los últimos focos que teníamos era del triatoma infesta, pero la rubravario, que estaba en el campo, se había arrimado bastante al peri domicilio rural, encontrándola en gallineros, galpones y demás. Hoy en día eso también está bastante controlado porque la aplicación de insecticida en otras actividades ha minimizado riesgos”, explicó. Respecto a las áreas críticas en Paysandú mencionó el entrevistado que el insecto se había detectado mayormente en la zona limítrofe con Tacuarembó, y se extiende esta área a Rivera y San José. “En el límite con Tacuarembó fue donde nosotros tuvimos los últimos casos y ahora no se han repetido”, puntualizó.