PRESENTACIÓN DEL LIBRO
“LA VIDA SOBRE RUEDAS”

Locales | 09 Ene Continuando con las actividades culturales de la Fiesta de la Prensa de EL TELEGRAFO, se presentó en la Sala “1º de Julio” el libro “La Vida sobre ruedas”, del profesor Alejandro Pérez Taboas. Pérez narra en él su experiencia de vida con su hijo Manuel, de 13 años, que padece cuadriplejía espástica, dificultad motriz en los cuatro miembros.
María del Carmen Borda, prologuista del libro, inició la presentación, tras lo cual tomó la palabra el autor y finalmente el propio Manuel Fernández. El autor hizo una breve reseña y presentó un video elaborado por Teletón 2012, tras lo cual habló Manuel, ante un público que excedió la capacidad de la Sala “1º de Julio”. Finalmente, Carmen Borda dio lectura a una de las anécdotas del libro.
Manuel relató que “todo se puede en la vida si hay voluntad y le ponés ganas. Si no le ponés ganas, ‘fuiste’. Me llamo Manuel, tengo 13 años, nací sano, pero prematuro. Luego surgieron problemas, pero tuve que seguir igual. Tengo parálisis cerebral. Una cuadriplejía me impide los movimientos de mis miembros. Me afecta el sistema muscular, mis músculos se volvieron rígidos. A veces las personas que me escuchan se impacientan, pero esas personas tienen que aprender a esperar. Todo exige un esfuerzo muy grande de las personas que te están acompañando”.
“Yo tengo unos padres maravillosos que me ayudan, una hermana a la que se le hace difícil atenderme; siempre necesito más tiempo de atención que ella. Tener esta discapacidad no es lindo ni fácil. A los 11 años empezaron mis angustias. Me enojé, me pregunté ¿por qué a mí?”
“No pude ni puedo correr, tampoco jugar al fútbol, al básquetbol, deseo salir, no quedar atrapado en una silla. Juego al fútbol con mi playstation. No lo juego en la realidad, pero sí a través de la tecnología. La silla de ruedas me dio otra libertad, me auxilié con la computadora, empecé a valerme por mí mismo, desde tomar un vaso de agua, sacar la comida de la heladera y comer solo”.
“Debo adiestrarme más, para cuando sea más grande y mis padres no estén. Vestirme fue un asunto complejo. Gracias a Teletón aprendí muchas cosas, a valerme por mí mismo, comer, etcétera. No hay que bajar los brazos y rendirse, todo se logra con la voluntad. No hay que esperar que las cosas vengan. Hay que luchar, mi vida es difícil de vivir, pero hay que aceptarla. Si tenés voluntad, podés hacer un rascacielos”, finalizó Manuel.