Locales | 10 Ene Salto se apresta a seguir el camino de Paysandú en cuanto a la salida de granos a través de su puerto, y se espera para los próximos días la salida de un cargamento de trigo y posteriormente de soja por el río Uruguay hasta Nueva Palmira, con destino de exportación.
Así lo indicó a EL TELEGRAFO el empresario Ruben Silva, propietario de la embarcación Amambay, que a la vez remolca una chata con la que completará una carga del orden de las 1.700 toneladas por viaje para sacar parte de la producción agrícola de una amplia zona de Salto. De esta forma, la nave sorteará los cuellos de botella del río Uruguay desde Paysandú al norte, que son los pasos de Guaviyú, Corralito y El Hervidero, que en condiciones normales del río no permiten un calado de tres metros, en tanto el Amambay cala poco más de 2,70 metros.
El empresario señaló que la nave estuvo fondeada en el puerto de Paysandú varios meses, a efectos de concretar cargas, teniendo en cuenta el buen impulso que han tenido las operativas de granos tras las obras de refuerzo del muelle y otros trabajos de infraestructura, incluyendo la incorporación de una grúa multicargas. Pero a su juicio, la dificultad en captar cargas radica en que la distancia del puerto sanducero con Nueva Palmira, de unos 200 kilómetros, implica costos que no pueden absorberse con cargas menores a las 4.000 toneladas por viaje, lo que sí ocurre en el caso de Salto.
Silva destacó que la lejanía del puerto salteño con Nueva Palmira, de unos 300 kilómetros, otorga ventajas adicionales en cuanto a costos respecto al transporte terrestre, lo que explica que tras establecer contactos con productores y operadores, esté a punto de salir el primer embarque de los varios previstos hacia Nueva Palmira desde la terminal salteña.
“Nosotros estuvimos en el puerto de Paysandú varios meses intentando trabajar desde este puerto, porque nos interesaba mucho a partir del hecho de que estaba operativo. Lamentablemente no coincidimos con la fecha en la que sale el fuerte de la producción hacia Nueva Palmira, y empezamos a trabajar la posibilidad de operar desde Salto, donde todo indica que la distancia justifica más el transporte fluvial, teniendo en cuenta que son 300 kilómetros contra 200 desde Paysandú”, precisó el empresario. “Ello se debe al manipuleo que requiere la carga, porque hay flete de camión corto, una operativa portuaria que tiene su costo, y hay una participación de la agencia, es decir determinados valores dentro de la logística que hacen que la distancia de 200 kilómetros no resulte viable a no ser que se manejen cargas más grandes, de más de 4.000 toneladas”, explicó. “En nuestro caso se trata de unas 2.000 toneladas por viaje, y por lo tanto con mayor volumen en un recorrido corto como el de Paysandú resulta conveniente el transporte fluvial. Nosotros habíamos intentado hace unos años operar desde Salto, pero el problema era que el puerto no estaba en condiciones, no estaba operativo ni habilitado para el acceso de camiones en el muelle”, reflexionó.
A partir de las obras de infraestructura encaradas por la Administración Nacional de Puertos (ANP) en el muelle salteño, las condiciones han cambiado y, según Silva, se ha habilitado la posibilidad de una operativa de granos. “El puerto está remozado, está terminándose de dejarlo en condiciones teniendo en cuenta que el muelle ha sufrido mucho más la acción erosiva por las crecientes que en Paysandú”, explicó. “Hoy Salto está con las autoridades portuarias a pleno tratando de terminar los trabajos de acondicionamiento, y pese a la crecida el río está permitiendo una navegación normal”, dijo y añadió que “normalmente el río siempre está por encima del cero de referencia”, a la vez que “se están instalando los servicios, va a haber operador portuario, y todo está tomando forma”.
Trigo y soja, en principio
Sobre las cargas a transportar, el empresario salteño dijo que “las expectativas están en cargar granos. Sabemos que el trigo ha tenido dificultades, hay un volumen menor al esperado, pero es previsible que los movimientos de soja sean importantes, porque hay mucho grano plantado y creemos que va a haber mucho volumen para transportar”.
“En Salto hay ahora una producción importante de soja” y ha establecido contactos con los productores sojeros, logrando la respuesta esperada, destacó. Al punto que “no solo Salto ha mostrado interés, sino también Concordia, desde donde han venido a visitarnos, porque su puerto está en la misma situación, para ver cuáles son las posibilidades. Ambos puertos estaban en una inactividad total, y con desconfianza en las posibilidades de navegación por los pasos conocidos como obstáculos, como Corralito, El Hervidero, Guaviyú, que no permiten el paso de buques de determinado porte”. “Pero sí podemos hacerlo nosotros con el Amambay y la barcaza que tenemos acoplada”, aseguró. A mediados de este mes de enero se apunta a concretar el primer viaje de transporte de granos hacia Nueva Palmira, “para luego tener la continuidad que esperamos” a razón de unas 1.700 toneladas por viaje. El Amambay tiene 57 metros de eslora, 7,60 de manga y un calado de 2,70 metros a plena carga, en tanto la barcaza acoplada tiene 60 metros de eslora, 11 de manga y una capacidad de unas 1.300 toneladas, dependiendo del peso específico del producto.