Locales | 13 Ene La peatonal, los
“lacayos” romanos,
el FDI y la “cuarta” defensa de Paysandú
21 de diciembre, la noche de inauguración de la semi peatonal de calle 18 de Julio. Había reunión ordinaria en la Junta Departamental. Los ediles --como todo el pueblo-- estábamos invitados por el Intendente Bentos para convivir la alegría de librar al uso público una obra largamente esperada.
Hace casi 40 años, don Francisco Laurenzo, tuvo la deferencia de mostrarme dibujos de una peatonal fantástica proyectada por su luminosa mente creativa. Pero no hubo nunca quien realizara ese o cualquier otro proyecto al respecto.
Se sabía que los ediles del Partido Nacional nos íbamos a la inauguración, por lo tanto estaba previsto un cuarto intermedio para suspender la sesión a las 22 horas. Luego de aprobar en bloque unos setenta informes de las comisiones asesoras, se comenzó con el tratamiento por separado de tres de ellos, que a pedido quedaron fuera de esa votación. La exposición del FA sobre esos tres se tornó monótonamente repetitiva haciendo centro de sus críticas a las canaletas de desagüe pluvial de Nuevo Paysandú y la planta de biodiesel. Las canaletas, que son pésimas, fueron obra de un ingeniero civil frenteamplista, que fue Director de Obras de la administración Lamas, el cual con su desempeño ayudó a “clavarlo de cabeza”. Después el Frente Amplio durante sus cinco años de gobierno, con su Director de Obras que hacía juego con el anterior pero con menos conocimientos que aquel, se empecinó en seguir adelante con esa triste obra. A todos esos males heredados se le suma que ahora insólitamente, según denunciaron en sala, muchos pozos negros evacuan a esas canaletas. En la incesante repetición se nombró varias veces a “la Comisión”, de la cual no se entendió nada. Si existe, funciona, si es una o son dos, si la que hacía su trabajo mal era la anterior o la actual… La cosa era que los minutos corrieran hasta las 22 horas. Y que quedara claro que Bentos tenía que solucionar eso, “ayer”.
El otro problema era la planta de biodiesel. Dijeron de todo. Que había poco menos que una malversación de fondos porque habían firmado contratos para hacerla funcionar con granos de oleaginosos y ahora la iban a hacer marchar con “el aceite de las papas fritas”. La verdad es que lógicamente se hará funcionar con aceite comestible o con granos, según lo que sea más barato. Elemental asunto de costo de materia prima. Siguió el debate hasta que llegaron las 22 horas. En ese momento el presidente puso a votación un cuarto intermedio para levantar la sesión y volver a reanudarla el jueves 27 a las 20 y 30 para terminar de tratar los asuntos que quedaban pendientes. El Frente Amplio, en un ataque de laboriosidad, dijo que no lo votaban porque había muchas cosas por resolver. ¡Tan luego ellos que “inventaron” lo de irse a las doce de la noche sin votar una prórroga de hora para seguir sesionando! Puesto a votación salió favorable pasar a cuarto intermedio para el jueves 27. Y acto seguido la histeria dio pie a un simulacro de fundamento de voto, criticando la peatonal.
Fue allí que se dijeron dos cosas dignas de análisis. La primera: que el gobierno departamental actuaba como el imperio romano, en época de que los césares festejaban “haciendo monolitos”, mientras “los “lacayos” de Roma vivían miserablemente. Respecto a esa afirmación con la cual se intentó ilustrarnos sobre historia romana, por parte de la bancada del Frente Amplio, solo diremos que cometieron un error. En la sociedad del imperio romano no existían los “lacayos”. Lo que sí había eran “plebeyos”.
La Historia cuenta que esa organización social reconocía a los patricios y los plebeyos.
Los lacayos… véase el diccionario. Nada que ver con los romanos. Y menos que ver con Paysandú, Bentos y la peatonal.
La segunda. Que los ediles frenteamplistas iban a ir a Montevideo a pedir que no se le mandara más plata del Gobierno a Paysandú para hacer obras como la peatonal. En primer lugar digamos que repiten incesantemente hasta que la mentira se convierta en verdad, el argumento de que la plata del Fondo de Desarrollo del Interior (FDI) es del Presidente Mujica y que éste la reparte a su arbitrio por el Interior. Quien lo diga, miente a sabiendas con toda mala intención. El dinero del FDI se junta con impuestos que pagan los pobladores de los departamentos del Interior y recauda el gobierno central instalado en Montevideo para luego por mandato constitucional obligatorio (Artículos 297 y 298 de la Constitución de la República) repartirlo proporcionalmente a los departamentos. Por lo tanto es plata que sale de Paysandú y vuelve a él. Decir lo contrario es mentir. Pero la confesión importante de los ediles opositores es que van a ir a pedirle al Presidente Mujica que no mande más esos fondos para hacer obras que los frenteamplistas no quieran.
Olvidan que aquí el pueblo votó al Partido Nacional que hace las obras que propuso en su programa de gobierno. Pero lo más condenable de ese ataque, es que para tratar de liquidar a sus enemigos políticos, prefieren impedir que Paysandú tenga dinero para desarrollar obras que beneficien al pueblo donde ellos mismos nacieron y se criaron. Es el mismo proceder de los que en 1864 se aliaron con el imperio brasilero y el centralismo porteño para convertir en ruinas a Paysandú con tal de obtener un triunfo personal, de grupo o de partido. La historia juzgó a aquellos como lo que fueron. Y ha de juzgar de manera parecida a esos ediles del Frente Amplio que quieren ir a Montevideo a pedirle al Presidente Mujica, que aunque viole la Constitución, se quede con nuestro dinero sin importarles la Constitución y que sufra la gente con tal de castigar a los blancos. Así es el Frente Amplio. Siempre enmarcando su acción política entre la venganza, el odio, la envidia y la petulancia. En función de esos dichos, tendremos que prepararnos para la “cuarta” defensa de Paysandú. No obstante mientras esa noche ellos vociferaban en sus bancas, el pueblo festejaba con sencilla alegría la inauguración de la semi peatonal.
Ing. Agr. Ramón Appratto