Locales | 15 Ene Este miércoles, con representación de directores departamentales y referentes de salud de los sectores público y privado de todo el país, se evaluará en reunión en la sede del Ministerio de Salud Pública la situación del Uruguay respecto al dengue, que ha tenido un fuerte empuje en el Paraguay y en áreas de Brasil, así como en el Norte argentino, precisamente en temporada de riesgo para la difusión de la enfermedad.
De acuerdo a lo señalado a EL TELEGRAFO por la referente epidemiológica de la Dirección Departamental de Salud, Lic. Olga Rodríguez, el advenimiento del verano potencia los riesgos de transmisión del dengue, sobre todo desde áreas endémicas de Paraguay y Brasil, a partir de las corrientes turísticas y el hecho irrefutable de que se cuenta con poblaciones de Aedes Aegypti en nuestro país, sobre todo en las áreas fronterizas con la Argentina.
Señaló que en el caso de Paysandú se ha puesto énfasis en la prevención y actualmente se continúa encarando la descacharrización en los sectores más comprometidos de la ciudad, habiéndose detectado en la última encuesta LIRA de población de mosquitos que se había logrado abatir el porcentaje de hogares con el insecto transmisor, lo que obedecería fundamentalmente a que se ha logrado eliminar muchos recipientes para la reproducción del vector.
Subrayó que el Ministerio de Salud Pública sigue trabajando en la prevención, teniendo en cuenta que “no tenemos instalada la enfermedad, y estamos trabajando en la etapa de la preparación para la respuesta”.
Apuntó que en este contexto este miércoles el Ministerio de Salud Pública ha convocado a los representantes de efectores públicos y privados para analizar con la Dirección de Epidemiología y la Dirección General de la Salud “que es lo que cada institución tiene preparado y brindar apoyo técnico para seguir armando los equipos de respuesta ante eventuales casos autóctonos”.
En el caso de Paysandú existe un plan de contingencia que fue elaborado en 2009, que se está reanalizando para evaluar las condiciones actuales de respuesta ante una epidemia, de forma sobre todo de detectar debilidades, sobre distintos escenarios posibles, y manejando la perspectiva de que muchos de los pacientes deberían tener internación domiciliaria ante la falta de disponibilidad de camas, explicó.