OPINIÓN

Locales | 23 Ene Como hasta ahora soy el único que ha manifestado públicamente estar en desacuerdo con la prioridad de realizar una nueva avenida de doble vía en el acceso norte de la ciudad por entender que hay muchas otras obras más necesarias y urgentes que deberían encararse antes que la referida doble vía, es que solicito al director de EL TELEGRAFO le dé cabida a la presente nota, para responder los conceptos con que se manifiesta ese diario y califican mis argumentos de “piedras de política menor en el camino de las obras”. Antes que nada y para descartar a priori que mi intención es hacer política menor argumentando que no considero que esa obra tenga prioridad sobre otras que requiere la ciudad, diré que ya en el gobierno anterior cuando en su momento se manejó la idea de realizar una nueva avenida de doble vía en el acceso norte y hasta se manejó la cifra tentativa de tres millones de dólares para su realización, lo que se publicó en el diario EL TELEGRAFO y también otra nota en respuesta del Ing. Laborde, también publicada en ese diario en la que este profesional consideraba un costo menor para la referida obra, yo me dirigí por nota al Intendente Pintos, dándole mi opinión de que no era esa una obra prioritaria. Dije además que se podía mejorar la calidad del pavimento haciéndole un recapado para alargar la vida útil de esa arteria, sugerencia que fue aceptada por los jerarcas municipales que aplicaron una delgada capa de carpeta asfáltica que es la que se mantiene hasta el presente sin presentar baches y no se encuentra “en muy mal estado” como afirma la nota de EL TELEGRAFO.
Aclarado este aspecto que muestra con claridad que la opinión que manejo actualmente es la misma que planteé al gobierno anterior y que los argumentos que manejo no tienen la intención de poner piedras de política menor sino considerar que hay otras obras, esas sí imprescindibles y urgentes, que se deben atender antes que la proyectada doble vía. Esas otras obras que considero prioritarias e imprescindibles son: la erradicación de los rancheríos asentados en áreas marginales e inapropiadas para construir viviendas, por ser zonas bajas, inundables, donde habitan cientos de familias pobres que sufren todo tipo de calamidades y corren riesgos de vida cuando se desatan tormentas que destrozan sus precarias construcciones o derriban árboles que aplastan esas casitas produciendo desenlaces fatales o cuando se incendian sus viviendas, y han fallecido niños calcinados por las llamas iniciadas por una vela encendida. Si el que escribe la nota de EL TELEGRAFO a que nos estamos refiriendo busca en los archivos del diario, podrá constatar que son muchos más los muertos en esas casas precarias de las zonas marginales, por las causas que enumeramos, que los accidentes fatales que en el mismo período de tiempo se puedan haber registrado en la avenida de acceso norte. Eso en cuanto a muertos por las inundaciones y tormentas, sin contar las veces que sufrieron inundaciones y perdieron todas sus pertenencias. Los constantes sufrimientos que padecen todos los integrantes de esas familias en sus precarias viviendas que no los protegen del frío ni de las intensas lluvias que se cuelan por las rendijas de techos y paredes y de los calores de los tórridos veranos con temperaturas que superan los 40 grados. A esos conciudadanos no es necesario explicarles cómo debe ser el infierno, pues ya tienen larga experiencia por habitarlo todos los días de su miserable vida. 
En la nota que publiqué en un semanario y que critica el diario EL TELEGRAFO yo digo: “Para eso (solucionar el problema habitacional) el gobierno nacional viene actuando generosamente en coordinación con las Intendencias, aportando los recursos económicos para que las autoridades departamentales que conocen de cerca el problema, colaboren en definir qué obras son más necesarias y cuáles se deben realizar en primer lugar. Y digo generosamente porque si el gobierno nacional buscara un rédito político, podría realizar esas obras de viviendas sin tener en cuenta a las Intendencias, obteniendo para sí puntos a favor que se los concede a los gobiernos departamentales sin mirar de qué Partido político son”. También debo recordar a los responsables del diario EL TELEGRAFO que en 1997 publiqué dos notas con un proyecto para solucionar el problema integral de la vivienda, la educación, capacitación y el trabajo de todos los integrantes de los hogares pobres. En su oportunidad el Director Fernando Baccaro consideró muy interesante la propuesta y publicó la primera nota en la revista Quinto Día y me solicitó una reunión en donde me pidió permiso para presentarle la idea al Intendente Larrañaga con el que mantendría una próxima reunión. Yo accedí con entusiasmo a la solicitud de Baccaro quien a los pocos días me volvió a llamar para decirme que el Intendente la había manifestado que realizaría una reunión entre los tres para conversar sobre la propuesta. El 22 de noviembre de 1997 EL TELEGRAFO volvió a publicar otra nota relacionada con la anterior y bajo el título de “núcleos poblados granjeros (II)” igual que la primera, doy mayor detalle del proyecto que había presentado públicamente y que tuvo mucha repercusión ciudadana con la realización de varias reuniones públicas en la zona de cooperativas al norte de la ciudad con asistencia de integrantes de todos los Partidos Políticos. También a solicitud de la policía se nos pidió una charla en la Jefatura para todo el personal policial y en la Intendencia departamental de Salto. Debo manifestar que ese proyecto tiene absoluta validez en este momento y es más completo que todos los que se vienen llevando a cabo, porque estuvo basado en el trabajo de Mevir al que buscamos introducir mejoras y hacer que las viviendas mantengan la calidad a la vez que sean más económicas y solucionen más problemas. Por lo que en breve lo volveremos a publicar.
Pero también son prioritarias a mi entender, las obras de vialidad de calles y caminos de todo el departamento, esos sí la mayoría en malas condiciones y sus arreglos y mantenimiento son responsabilidad de los gobiernos departamentales, que reciben ayuda económica del gobierno nacional ya sea para compra de maquinaria vial y para mantenimiento de caminería rural. O en el caso de Paysandú el acceso al puerto que se ha equipado con mayor y mejor infraestructura para atender las cargas y descargas de mercadería que se viene incrementando como consecuencia de la reactivación que se ha producido por el aumento de la producción industrial y agropecuaria. Esas obras de construcción del acceso al puerto aún no se han iniciado a pesar de que el trabajo del puerto se ha incrementado notablemente. Todas estas obras que vengo de enumerar las considero prioritarias, que deben realizarse antes que la avenida de doble vía del acceso norte y el realizarlas no sería “contar con un Edén” como dice el diario EL TELEGRAFO en su nota, sino que se estarían realizando las obras realmente imprescindibles.
Porque ya hemos dicho en nuestra nota del semanario, que si se completan las banquinas y se les aplica un riego bituminoso se aumenta la superficie útil del acceso norte en no menos de un 30% y si se deriva la circulación de birrodados para la calle paralela al este de la vía férrea, se aumenta notablemente la capacidad de tránsito en ese acceso. Por lo demás la ciudad tiene la avenida costanera del río y la avenida Bulevar para un ingreso directo a la ciudad, en este caso por avenida de doble vía y tránsito preferencial que conduce a la confluencia con Avda. España también de doble vía y tránsito preferencial, que es el eje central de la ciudad y que lo lleva directamente a la peatonal a solo 8 cuadras de Bulevar. Por lo tanto la ciudad ya tiene otras vías de tránsito por lo que no puede considerarse imprescindible hacer en primer lugar la obra planeada, postergando otras que si consideramos imprescindibles por las razones que hemos dado.
Ing. Ricardo Brasesco

N.deR.: Agradecemos al Ing. Ricardo Brasesco su fundamentada opinión, que respetamos como a la de cualquier ciudadano. Sin embargo corresponde aclarar que nuestra editorial del pasado domingo 20 ppdo. no surge --como Ud. entiende-- como respuesta a una nota previa suya, sino que es la opinión del diario sobre un tema que a nuestro parecer, merece la mayor atención.