Opinion | 25 Ene Amaneció lloviendo y con fuerte viento. La inversión realizada tambaleó, pero solo por unas horas. En este loco verano, en pocas horas estaba todo seco y hacía calor --vaya si hacía calor-- nuevamente. Por la noche, en el Anfiteatro del Río Uruguay, y con un esguince en su pie derecho, Valeria Lynch cantó para 10.000 personas (cifra estimativa) que llegaron de todos lados. Desde Bella Unión a Montevideo; desde Uruguay a Argentina.
Una cifra que la producción consideraba interesante era de 7.000 personas, pero sus expectativas se vieron colmadas en gran manera. Lo que hace un par de meses parecía un negocio arriesgado, ahora quedaba como comprobado éxito.
Paysandú, que cree más en el fracaso que en el éxito, demostró en una sola noche que cuando los espectáculos son atractivos está dispuesto a apoyarlos. Y cuando las entradas son accesibles también. Porque 25 dólares para un espectáculo de calidad internacional es realmente muy barato. El mismo show en otros escenarios se debe pagar 80 dólares --cuando menos--, lo que pone a Paysandú en un sitial especial.
Tiene un gran escenario para el verano, con casi 20.000 espectadores y un escenario que si bien no es completo, permite la presentación de gran cantidad de espectáculos de diversos estilos.
Es una de las formas en que Paysandú puede colocarse en la región en un nivel de privilegio. Por ahora no puede competir con el lado entrerriano en atractivos turísticos ni en disponibilidad de camas; tampoco tiene la experiencia que se ha adquirido ya en Colón y ciudades vecinas.
Hasta ahora pelea solamente con los centros termales, pero es tiempo de poner mayor énfasis en el turismo. Lo que le cuesta al sanducero promedio es la inversión. Se deja consumir por la duda. Tan así que el show de Valeria Lynch fue traído por un productor montevideano que, bueno es decirlo, sí tuvo buen apoyo de la Intendencia, lo que le permitió reducir costos.
Quedó comprobado que los buenos espectáculos atraen. Para el verano que viene esto debería servir de ejemplo, no para --como se piensa por ahí-- traer los mismos espectáculos que traiga Colón (teatro de revistas) sino bien diferente, por ejemplo grandes shows de principales artistas. Eso atraerá (como lo hizo “Valeria Vale”) al turismo argentino. Es el camino. Presentar dos buenas temporadas de espectáculos diferenciados, allá en Colón y aquí en Paysandú. Por lo menos así, estaremos en el camino de generar auténtico turismo. A partir de Paysandú como centro regional de espectáculos.