Paysandú, Martes 29 de Enero de 2013
Rurales | 27 Ene Productores del departamento de Paysandú entendieron el mensaje de los técnicos y decidieron apostar al destete precoz. El emprendimiento que se realiza desde el año pasado en el predio de la familia Boffano Rodríguez de la ruta 26, es fiel reflejo de esto al cuadriplicarse la cantidad de terneros que este año ingresaron al “hotel” ubicado en el kilómetro 122 de esa ruta, incluso de productores ubicados en zonas lejanas como ruta 90, cercanos a Guichón.
La demanda de los productores por mejorar su producción se evidencia en las cifras. Los 465 terneros de 2012 a los casi 2.000 del presente año, reflejan la seriedad del trabajo que llevan adelante el grupo Daymán-Queguay (Dayqué) y la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran) con el apoyo del Instituto Plan Agropecuario, ofreciendo a los productores remitentes de terneros, un servicio que incluye asistencia técnica, sanidad, alimentos balanceados y adecuadas condiciones de manejo, en un predio con todas las instalaciones necesarias para el trabajo con los animales.
“El año pasado tuvimos un buen comienzo con alrededor de 460 terneros y números que dejaron conformes a todos”, dijo a EL TELEGRAFO, Gustavo Boffano, “pero este año realmente nos vimos sorprendidos por la gran cantidad de animales”. Actualmente hay 1.200 ejemplares, “pero una tanda que ingresó en setiembre ya se fue y esta semana ingresan 400 terneros más”, aclaró.
El productor sostuvo que “no quedan dudas que la gente está usando la técnica y dándose cuenta de sus beneficios, porque estamos hablando de un año donde hay pasto y las vacas están bien”.
Precisó que el hotel de terneros de la ruta 26 “no tiene grandes cambios respecto al año pasado. Si se incrementó un poco el costo del ternero, porque al aumentar la cantidad de ganado se precisa algo más de campo y personal, pero se mantiene la base del año pasado, que está en la ración y el fardo que les brindamos que es de muy buena calidad, además del excelente trabajo de los técnicos”.
Boffano explicó que “habitualmente la gente espera a ver los resultados de un emprendimiento de este tipo --por los costos y las ganancias--, y gracias al resultado del año pasado, donde la gente tuvo todos los datos por escrito, vieron que esto funciona bien: de 5 productores del año pasado, hoy tenemos terneros de 12 productores”.
“El año pasado le cobrábamos a los productores U$S 1,02 por cada animal que ingresaba al centro de destete, y este año es de U$S 1,20 por ternero y si lo multiplicas por 2.000 es un costo importante el que tenemos”, explica el productor.
Continuidad
“Cuando Copagran se embarcó en este emprendimiento el año pasado, con el Plan Agropecuario y Dayqué, el desafío era hacer la experiencia, pero sobre todo darle continuidad en el tiempo, validar la experiencia, poder proyectarla y crecer”, señaló a EL TELEGRAFO, el ingeniero agrónomo Luis Simean.
El gerente de la cooperativa, filial Paysandú, indicó que “la experiencia del año anterior permitió crecer este año en el número de animales y productores, lográndose en este 2013 un muy buen funcionamiento”.
Simean entiende que la clave del éxito “está en el equipo humano. Acá está el equipo técnico de la cooperativa, la familia Boffano, los muchachos Andrés y Mario que trabajan todos los días con los terneros en el establecimiento y la buena sintonía entre ellos y los productores que tienen sus terneros en el predio”. A esto debe sumarse “el cumplimiento del reglamento de funcionamiento y respetándose lo que se planifica”, dijo.
Alimentación
La mayor cantidad de terneros influyó en el aumento del área utilizada. “Hoy los terneros se manejan por lotes, cambiándose varias partes de la operativa para un mejor manejo del ganado”, indicó la ingeniera agrónoma Natalia Teyza. Planteándose un período de destete de 90 días, se brinda una alimentación conformada por las raciones de Copagran, donde se suministra en los primeros 30 días una ración con 21% de proteína; del día 30 al 60 con Ternero 1 de Copagran y 18% de proteína y del día 60 al 90, con Ternero 2 de Copagran y 16% de proteína. “Siempre acompañado por fardos de alfalfa”, acota la profesional sanducera.
Teyza sostuvo que “la composición y cantidades suministradas de ración y fardo se articularon basándose en que el ternero debe satisfacer sus requerimientos en nutrientes y de consumo en ausencia de la leche materna”.
“En los primeros 10 a 12 días se efectúa una adaptación de los terneros, con agua, ración y fardos en cantidades paulatinas y después se largan al campo”, explica Teyza. “Procuramos mantener lotes parejos por tamaño, debido a la alta competencia por la comida al haber una gran cantidad de terneros. Al realizarse pesadas semanales por lotes, tenemos la posibilidad de manejar datos más específicos para el mejor manejo”, explicó.
Indicó que “hay un presupuesto de costos que nos lleva al manejo del corral del destete. Es de U$S 1,20 por animal, que incluye todo: ración, la sanidad, manejo, etcétera”. Sumado a la composición de la alimentación, en este emprendimiento se hizo especial hincapié en la disponibilidad de agua y sombra para el confort de los terneros y en el apoyo técnico para el seguimiento de las distintas etapas del proceso, donde la sanidad tiene un rol fundamental.
Respecto a los terneros que habían ingresado en setiembre y ya salieron del sistema, la responsable del manejo del centro de destete explicó que “los más livianos obtuvieron una ganancia promedio aproximada de 500 a 600 gramos diarios y los de 70 a 80 kilos, ganaron en el entorno de 750 gramos diarios”.
Sanidad
Para el trabajo sanitario “tenemos un protocolo en el cual nos preocupamos antes que los terneros ingresen al corral de hacer un tratamiento sanitario para el tema parasitario, de vacunas y pesos de los animales”, indicó el doctor Roque Almeida. Este año una de las complicaciones que apareció en el centro de destete “fueron las enfermedades respiratorias, algo que no esperábamos, pero nos sirvió para ver situaciones de estrés en cantidad de terneros con poblaciones diferentes, y como muchas veces se nos puede filtrar algo nuevo”.
Semanalmente se efectúa un control de los terneros, pesándose diferentes lotes y tomándose muestras de materia fecal y se hace una inspección.
Una realidad
Para el ingeniero agrónomo Danilo Bartaburu, jefe de la regional litoral norte del Plan Agropecuario, “esto forma parte de una realidad que está inserta dentro de un desarrollo de la ganadería en Uruguay, que de la mano de algunas presiones por la competencia por la tierra, pero también de algunas señales favorables del negocio ganadero en general, ubicando el punto de quiebre en el acceso a los precios no aftósicos de la carne, permite que los novillos tengan valores por encima de los U$S 2”.
“De ahí que comienzan a aparecer con mayor énfasis este tipo de tecnologías que tienen mayor viabilidad”, como el de ruta 26.
Sobre el sistema, entiende que “lo ideal es que los dos meses de edad del ternero, requisito mínimo para entrar al sistema, coincidan con el inicio del entore, de manera que el efecto supresión del amamantamiento genere el reinicio de la actividad sexual en la vaca, uno de los principales objetivos de esta técnica”.
Por eso la técnica es recomendada especialmente “para aplicar en vacas de primera cría y vacas que lleguen al parto con condiciones corporales no deseadas”, agrega.
Acotó que a Dayqué, “lo apoyamos desde el inicio mismo del grupo a cargo del ingeniero agrónomo Marcelo Pereira en la década del 90, y también ahora en este emprendimiento”.
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